Paradise, California.- Equipos de recuperación forense buscaban a más víctimas entre los restos carbonizados de la ciudad de Paradise, en el norte de California, mientras más de 1.000 personas figuraban como desaparecidas tras el incendio forestal más letal del estado.
Hasta el momento se ha confirmado la muerte de 74 personas en y alrededor de Paradise, ubicada 175 kilómetros al norte de San Francisco, en la que vivían casi 27 mil habitantes antes del voraz incendio que comenzó la noche del 8 de noviembre.
El Camp Fire ya se encuentra entre los incendios forestales más mortíferos de Estados Unidos desde principios del siglo pasado. Ochenta y siete personas murieron en la tormenta de fuego Big Burn que azotó las Montañas Rocosas en 1910, y en 1918 el Cloquet Fire de Minnesota dejó 450 víctimas fatales.
El presidente Donald Trump, quien dijo que la reciente ola de incendios respondía a una mala gestión de los bosques, llegó el sábado a California para visitar las zonas calcinadas y reunirse con residentes desplazados. El gobernador de California, Jerry Brown, y el gobernador electo Gavin Newsom planeaban unirse a Trump en la recorrida.
Las autoridades atribuyen el elevado número de víctimas mortales en parte a la velocidad con que las llamas se esparcieron por la ciudad, impulsadas por los vientos intensos y alimentadas por la vegetación seca.
Más de una semana después de su inicio, los bomberos han logrado trazar líneas de contención en torno al 55 por ciento del perímetro del incendio. Las llamas cubrieron 60.000 hectáreas, dijeron los oficiales de bomberos.
Además de las pérdidas de vidas humanas, el feroz impacto en las edificaciones lo convierten en el incendio más destructivo de la historia de California, lo que plantea el desafío adicional de proporcionar refugio a largo plazo a miles de residentes desplazados.
EVACUADOS
Con más de 9 mil 700 casas en llamas, muchos refugiados han establecido residencia temporal en casas de amigos y familiares, mientras que otros han construido tiendas de campaña o acampan junto a sus vehículos.
Según informaron las autoridades, al menos mil 100 evacuados estaban alojados en 14 albergues de emergencia establecidos en iglesias, escuelas y centros comunitarios de la región, y un total de más de 47 mil personas permanecían bajo órdenes de evacuación.
Varios refugios están llenos y, aunque las autoridades dicen que todavía tienen espacio para todos, cientos de personas han estado acampando en tiendas y autos en el área.