JERUSALÉN — Los principales ministros de Benjamin Netanyahu están enfrentados, se acerca la fecha límite para una polémica legislación que podría derribar a su gobierno y una acusación por corrupción podría estar a la vuelta de la esquina.
Con este panorama, hay indicios de que el primer ministro de Israel podría convocar elecciones anticipadas, posiblemente la próxima semana como pronto, cuando el parlamento vuelta a reunirse tras el receso veraniego.
Aunque Netanyahu no se ha comprometido aún, las condiciones parecen propicias para un adelanto electoral. Los comicios estaban previstos para dentro de un año.
Las encuestas, al menos por ahora, predicen una sólida victoria de Netanyahu, que le aseguraría un lugar en la historia como el líder que más años ha comandado el país y le permitiría consolidar su estrecha alianza con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Pero hay un gran obstáculo que podría hacerle fracasar: una creciente pesquisa anticorrupción que podría derivar en cargos penales pronto.