California - El auge de las plataformas de ‘streaming’ ha provocado un fenómeno insólito, pues posibilitan que grandes estudios se deshagan de producciones de presupuesto medio pensadas para su exhibición en cines, para vendérselas a estas compañías.
En este sentido hizo historia The Cloverfield Paradox, que Netflix estrenó en todos los países en los que está presente por sorpresa el 4 de febrero, promocionando la jugada en el descanso de la Superbowl. Paramount, que había previsto su estreno en cines para el 20 de abril, no tenía claro si merecía la pena invertir dinero en publicidad, pues tenía grandes papeletas de estrellarse en taquilla, y de hecho ha recibido malas críticas, así que finalmente lo vendió por 50 millones de dólares.
La ‘major’ ha repetido la jugada parcialmente con Aniquilación, dirigida por Alex Garland, con Natalie Portman como protagonista, que sí se estrenará en cines en Estados Unidos el 23 de febrero, pero que al resto del mundo llegará en exclusiva a través de Netflix. Como resultado se ha abierto para los grandes estudios la opción de descartar producciones de esta manera, el dilema sería quedarse con unas ganancias seguras (50 millones cubrirían costes) o arriesgarse a ir a las salas de cine, donde podrían fracasar.
Se apunta al carro también Universal con Extinción, protagonizada por Michael Peña, que se iba a estrenar en salas de Estados Unidos en noviembre. Ben Young dirige el film sobre un matrimonio que debe proteger a sus hijos durante una invasión alienígena. Todo indica que en estos momentos cualquier productora analiza si les conviene tomar una opción en esta línea con todos sus filmes. El problema sería que disminuyera drásticamente el número de estrenos para salas, que deben tener programación para todo el año, ya que no subsisten sólo con las superproducciones, como las nuevas entregas de Star Wars.
The Hollywood Reporter publica un artículo sobre este asunto, en el que analiza entre otras cosas qué hubiera ocurrido si The Cloverfield Paradox hubiera llegado a los cines. La pregunta no tiene respuesta, sólo se pueden hacer especulaciones, pues el film hubiera debutado con fuerza si los 2,8 millones de espectadores que lo vieron en sus casas se hubieran trasladado al cine, lo que hubiera supuesto unas ganancias de 25 millones. El problema es determinar cuantos de ellos hubieran dejado su cómodo sillón para irse a una sala, ya que muchos de ellos posiblemente no lo habrían hecho. Además, el día elegido para su desembarco se habría enfrentado a Rampage, protagonizada por Dwayne Johnson, que le hubiera quitado ventas de entradas.
