Internacional

México y EEUU buscan acercar posturas durante la visita de Tillerson y Kelly

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y sus principales ministros se reúnen este jueves con los secretarios estadounidenses de Estado y Seguridad Nacional, Rex Tillerson y John Kelly, con el propósito de acercar posturas en temas que los enfrentan: migración, comercio y el polémico muro fronterizo.

A Tillerson, que tras llegar a Ciudad de México el miércoles mantuvo una cena de trabajo con el ministro de Exteriores mexicano, Luis Videgaray, y los secretarios de Defensa y de Marina, se le unió después Kelly, que viajó procedente de Guatemala.

En la agenda de este jueves hay reuniones con los responsables mexicanos de Interior y de Finanzas y, sobre todo, con Peña Nieto, que ante la retórica desafiante del presidente estadounidense, Donald Trump, anuló una visita a Washington a finales de enero.

A media jornada, Videgaray y Tillerson comparecerán ante los medios de comunicación.

Desde su llegada a la Casa Blanca hace un mes, Trump ha tensado las relaciones con su vecino del sur al ordenar la construcción de un enorme muro en la frontera común y exigir que México corra con sus costes.

A esto se sumaron las directrices migratorias anunciadas por Washington el martes para detener y deportar a gran parte de los 11 millones de indocumentados que viven en EEUU, en su mayorí­a mexicanos.

Trump amenazó también con imponer aranceles a las importaciones mexicanas, bloquear las remesas que los migrantes enví­an a sus familias y renegociar, o incluso derogar, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyos términos considera demasiado favorables para México.

Sin embargo, Trump ha enviado a Tillerson y Kelly a México para limar asperezas y acercar posturas en cuestiones que como el paso de indocumentados por la frontera y la lucha contra el narcotráfico.

"Esperamos que sea una visita con visión de futuro, durante la que se traten los medios para fortalecer nuestra cooperación y avanzar en la seguridad y el bienestar económico de nuestros dos pueblos", explicó un responsable estadounidense.

Esta visita es "la primera de lo que prevemos que sea una relación de trabajo cercana y fructí­fera con México", agregó.

El responsable hizo hincapié en la "larga historia de cooperación" entre los dos paí­ses y en los intereses que comparten: "una frontera de más de 3.200 kilómetros", "fuertes ví­nculos entre personas" y "una importante relación comercial".

- "No lo vamos a aceptar" -

"Este es un inicio muy alentador de una relación de cooperación con un increí­ble vecino del sur", afirmó el miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, al considerar que es "significativo" que el presidente (Trump) esté mandando a los secretarios a México tan pronto".

También el Gobierno mexicano insiste, desde hace semanas, en que ha entablado un diálogo fructí­fero con la administración estadounidense "en favor de una relación respetuosa, cercana y constructiva".

Sin embargo, el Gobierno de Peña Nieto, duramente criticado por la oposición de izquierdas y por una parte de la población, que lo acusa de ser demasiado débil ante las exigencias de Trump, dejó claro que no permitirá que se vulnere su soberaní­a nacional.

Videgaray volvió a reafirmarlo el miércoles, en referencia a las severas medidas contra la inmigración ilegal anunciadas por Washington la ví­spera.

"Quiero dejar claro y de la manera más enfática que el Gobierno de México y el pueblo de México no tienen por qué aceptar disposiciones que de manera unilateral un Gobierno le quiera imponer a otro", afirmó.

"Eso no lo vamos a aceptar", aseguró, y afirmó que su paí­s actuará "por todos los medios jurí­dicamente posibles" para defender a los mexicanos en el exterior, en alusión a organismos internacionales como la ONU.

Otro de los temas que preocupa especialmente al paí­s latinoamericano es la eventual derogración del TLCAN, que EEUU firmó en 1992 con México y Canadá.

El martes, Videgaray viajó acompañado por el secretario de Economí­a a Canadá, donde discutió con responsables polí­ticos y empresariales sobre la necesidad de que dicho tratado "siga siendo un motor de crecimiento de la región".