En italiano, piano significa “suave”. Cuando se usa refiriéndose al instrumento musical, es apócope de la original denominación Pianoforte, por su gran capacidad de crear matices sonoros opuestos. 

Se trata de una evolución de la cítara, el monocordio, el dulcémele, el clavicordio, y el clavecín. 

En algunos géneros musicales es indispensable, como son el jazz y la música clásica europea. 

Su autor se llamó Bartolomeo Cristofori, que alrededor del año 1700 construyó casi veinte “gravicembalo col piano e forte”. En 1711 el desconocido Francesco Scipione escribió un artículo al respecto, que llevó a la fabricación masiva de pianos pues fue muy difundido. Gottfried Silbermann era un fabricante de órganos en Freiberg, y sus pianos eran prácticamente iguales a los fabricados por Cristofori, pero él le agregó algo muy importante, que es el moderno pedal de resonancia. Honradamente, yo pensaba que este bello instrumento tenía más tiempo de existir, pero la historia es la historia.