Consejo de miércoles: no hagas nada ‘en automático’. Una jornada desprovista de propósito es absurda y a su término queda la inconfundible sensación de infelicidad.
Editoriales
Consejo de miércoles: no hagas nada ‘en automático’. Una jornada desprovista de propósito es absurda y a su término queda la inconfundible sensación de infelicidad.