13/May/2024
Editoriales

Origen de la popelina

Mi madre tenía un vestido de popelina color beige que le quedaba muy bien.

Claro que a las mujeres bonitas como ella les va bien cualquier tela y color, pero el tejido calado de la popelina hace lucir todas las prendas de vestir.

Busqué el origen de esa tela y leí que se fabricaba originalmente sólo en Francia, específicamente en la Ciudad de Aviñón, que por un tiempo fue el lugar de residencia de los pontífices católicos.

Allí les fabricaban sus atuendos que siempre han sido hermosos. Mezclaban varias clases de sedas y al principio le llamaban ‘papalino’ en lengua provenzal, que es el masculino de ‘papalin’, ‘relativo al papa o a la ciudad de Aviñón’.

Pero en aquellos tiempos los grandes comercializadores eran ingleses, quienes -muy a su estilo- alteraron el nombre para ser popelina, como se le conoce actualmente.

También encontré otra versión, que dice que popelina viene del nombre de la ciudad de Poperinge, en Flandes, donde por un breve tiempo se fabricó la tela en comento.

Sin embargo, me agrada más la primera versión, pues le da más señorío a un material cualquiera tener un pasado de alcurnia.

Y mi madre tenía una elegancia acorde a la popelina de Aviñón.