Durante el virreinato el demonio cristiano encontró un hogar en las semillas de cacao, desde donde tentó con avaricia, lujuria y gula a quienes no se resistieran a su exquisito sabor.
Durante el virreinato el demonio cristiano encontró un hogar en las semillas de cacao, desde donde tentó con avaricia, lujuria y gula a quienes no se resistieran a su exquisito sabor.