19/May/2024
Editoriales

Jaime Sabines en el recuerdo

Caen una a una las hojas del calendario y se cumple un aniversario más, del natalicio del poeta más leído de finales del siglo XX, Jaime Sabines, uno de los grandes poetas de la llamada Generación del Medio Siglo.

Influenciado por su padre Julio Sabines, quien le fomentó el gusto por la literatura y a quien le dedicó uno de los más bellos poemas, “ Algo sobre la muerte del Mayor Sabines”.

“Te has muerto cuando menos falta hacías,

Cuando más falta me haces, padre, abuelo,

Hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,

Pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño”.

Una faceta poco conocida de Jaime Sabines fue su afición al ajedrez, se llevaba todos los días a la cama, un tablero portátil y la única manera de dormir era “matando al rey”. Decía que todos los juegos, incluidos los del azar, son un enfrentamiento con el destino. “Jugamos a estar sobre la tierra, pero al fin nos vamos. Con alegría y con dolor, dulce vida, nos vamos”. Era uno de los juegos favoritos. Con Juan José Arreola tenía una “amistosa enemistad” en ajedrez , “con Jaime Sabines, lo que pasa es que me gana más partidas de las que yo gano. Pero resulta una cosa: bebemos jugando y Jaime tiene una resistencia superior a la mía. No para jugar ajedrez, sino para beber y jugar”.

Padre mío, señor mío, hermano mío,

Amigo de mi alma, tierno y fuerte,

Saca tu cuerpo viejo, viejo mío,

Saca tu cuerpo de la muerte.

Decía otro de los grandes de las letras mexicanas, José Emilio Pacheco que Jaime Sabines escribía cartas confidenciales de la clase media, para la clase media y desde la clase media, con palabras justas y sin grandes metáforas y con una gran sencillez. “ uno debe aspirar a tener las menos palabras posibles para comunicar las emociones más auténticas del hombre”.

Ya en estas páginas hemos escrito sobre la vida y obra de Jaime Sabines, por eso es importante aprovechar un aniversario de su natalicio (25 de marzo de 1926) para recordar a uno de los poetas más leídos y aprovechar para releer sus poemas que son sencillos y coloquiales

Pasó el viento. Quedaron de la casa

El pozo abierto y la raíz en ruinas.

Y es en vano llorar. Y si golpeas

Las paredes de Dios. Y si te arrancas

El pelo o la camisa

Nadie te oye jamás, nadie te mira.

No vuelve nadie, nada. No retorna

El polvo de oro de la vida.

Los temas recurrentes en su obra son: Dios, el amor y la muerte, es por eso que ahora muchos jóvenes lo leen,  porque son temas importantes para la condición humana.  Convertido en el poeta de las multitudes, recordemos su recital en Bellas Artes donde los organizadores al ver que la capacidad era insuficiente, decidieron poner pantallas en la explanada para que 3000 gentes lograran disfrutar el memorable recital. Siempre se negó a leer “Algo sobre la muerte del Mayor Sabines”, por la tremenda carga anímica, sin embargo, accede a leer sólo un fragmento de “Doña Luz”, dedicado a su madre: “No somos nada, nadie, madre/ Es inútil vivir/ pero es más inútil morir” . Lee también un poema de regocijo: “porque a estas alturas, la Juventud sólo puede llegarnos por contagio”. Un recital inolvidable que afortunadamente puede verse a través de redes sociales y que inmortalizaron al poeta que hoy recordamos con nostalgia,  porque con sólo leer “Los amorosos” y más escucharla en voz del poeta nos conmueve : “los amorosos se ponen a cantar entre labios/ una canción no aprendida/ y se van, llorando/llorando  la hermosa vida”.