Local

Afectan pedreras y minas a habitantes de Cerralvo; han secado los pozos

Monterrey, N. L.- “Ya no tenemos agua en los pozos, se secaron, batallamos para obtenerla, casi no hay, dicen que es la pedrera la que nos chupa nuestra agua”, se queja Rogelio Martínez González, comunero de San Andrés, en el municipio de los Ramones.

 A unos cuantos kilómetros de ahí, los hermanos Víctor y Benito Martínez, de El Saucito hacen lo mismo:” Ni agua para tomar, menos para la siembra y los animales”, dicen y señalan la tierra seca.

“El río sardinas se secó y las ventanas y hasta las paredes de las casas en Cerralvo y comunidades cercanas a las pedreras se estremecen, truenan, pareciera que se vendrían abajo”, dice Aristeo Benavides, comunero que encabeza la lucha en contra de que quienes quieren acabar con el entorno donde viven.

Y es que todo se debe a la presunta complicidad de funcionarios gubernamentales y de empresarios que cuentan ya con dos empresas pedreras y  que ahora pretenden extender sus negocios, han deteriorado no sólo la flora y la fauna de unas 75 mil hectáreas de la Sierra de Picachos sino también prácticamente secado los mantos acuíferos y los pozos de abastecimiento de los comuneros de una amplia región del nor-oriente de Nuevo León.

  Picachos es un área protegida de 75 mil 800 hectáreas que comprende los municipios de Cerralvo, Doctor González, Higueras, Los Herrera, Los Ramones, Sabinas Hidalgo, Agualeguas y Salinas Victoria, distantes de Monterrey entre 40 y 100 kilómetros.

  El experto en cinegética, Blas Humberto Escamilla González, dice que el área natural protegida es un equilibrio del norte de México y refugio de flora y fauna protegidas por legislaciones mexicana e internacional, con más de 85 especies de aves y la mariposa Monarca. Además, ahí se encuentra el único espacio para el lobo gris mexicano, especie en extinción.

Considerado uno de los pulmones de Nuevo León, Picachos con sus montañas y ecosistemas reduce los gases de efecto invernadero, añade.

Muchos años atrás, antes de que se diera protección a la zona en Cerralvo a 90 kilómetros al oriente se instaron las pedreras Matrimax y  Micer ( Minería Cerralvo) que a lo largo de 30 y 20 años respectivamente, han acabado con los mantos acuíferos, en su caso contaminándolos con los polvos y explosivos que utilizan para abrir la sierra, además de secar el río Sardinas, informa Aristeo Benavides, vocero de los mil 361 comuneros que enfrentan más directamente el problema.

Minería Cerralvo, es una pedrera propiedad del empresario Luis Lauro Ríos, del municipio de Cerralvo y Matrimax de Santos Martínez, también de la misma localidad, ésta última fue impedida por habitantes y ecologistas de instalarse hace meses en la localidad de Higueras. Pudo más la presión y desistió de ello.

Sin embargo, enfocó sus baterías a Doctor González en donde insiste en instalarse con otra pedrera y aunque presentaron los comuneros una demanda,  a machete puro han desmontado un área importante de la sierra.

Los más impactados por la contaminación, la seca de pozos y ríos, son los más cercanos al lugar de las explosiones para sacar piedra, los  mil 361 comuneros cuyo presidente es Dionisio Garza y quienes fueron dotados con 65 mil hectáreas.

Por si fuera poco, el empresario de Minería Cerralvo, santos Martínez y su hija Magdalia, con artimañas legaloides, se han convertido de la noche a la mañana en comuneros apoyados por  Francisco Lucio López Garza, un abogado sin escrúpulos que traicionó a los hombres del campo luego de ser su presunto asesor.

Para Edgardo David Acosta Canales, director e Parques y Vida Silvestre de la entidad, la operación de una pedrera no está permitida en una zona protegida como Picachos que en el año 2000 fue declarada bajo protección y  luego  en 2013 el decreto se amplió de 33 mil a 75 mil 800 hectáreas.

Pero cabe la posibilidad dice, de que la empresa podría haberse instalado antes del decreto y pudiera acudir al amparo.

Benavides puntualiza que apenas hace dos semanas la Profepa le aceptó una denuncia pero acusa del burocratismo y de la falta de interés en el asunto al que se agrega al registro Nacional Agrario y las dependencias relacionadas con el tema.

“Me pedían para aceptar la denuncia resultados de estudios del impacto de los daños, estudios muy caros de especialistas, pero aceptaron y espero no se quede ahí”, explica al destacar el temor de los comuneros de que se enlate por cuestiones políticas.

 En tanto, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón no les ha recibido y en las dependencias gubernamentales parece que no hay interés en preservar, salvar ese gran pulmón de Nuevo león, cuyas corrientes de aire de aquella zona van a la zona conurbada regiomontana.

Thelma Benavides, integrante del comité San Vicente, del municipio de Los Herreras se lamenta de que el proyecto turístico que se impulsa para esa región se venga abajo por la falta de agua, los ríos secos, el polvo que emana de las pedreras y la muerte de la flora y la fauna.

“Se secan los río, ya no hay agua en los pozos y la contaminación nos tiene enfermos a los viejos”, esboza Reyes Benavides Serna, de la misma comunidad de San Vicente.

Por su parte, la Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos, denunció el peligro en que se encuentra esa reserva natural, así como la flora y la fauna, ésta última con osos, pumas, lobos, tortugas y otras especies.

La zona protegida cumple la función de proteger la zona metropolitana regiomontana de las rachas de aire frío, indica Victoria Montemayor, presidenta de la asociación, en tanto el vocero de la misma Ervey Cuéllar y Victoria Coronado, de los jóvenes de Higueras, denunciaron que se han desmontado ya algunas hectáreas para la obra además de abrir brechas para llevar la maquinaria.

Se contaminarán los mantos acuíferos  con los polvos de la pedrera que pretende instalar la empresa Matrimar, por lo que deben intervenir las autoridades estatales y federales. Explican.

 

Aluden al proceso de cualquier empresa explotadora de piedra que es  la detonación de dinamita y luego el material triturado que produce una nube de polvo que se disemina a un kilómetro a la redonda. El polvo cae sobre la vegetación y animales y ambos, pues al llover se modifican las propiedades y la alcalinidad en deterioro de la flora de la región.

  Entre los animales que habitan en esa zona son el oso negro, lobo gris, puma, armadillo, halcón, tortuga, pájaro coa, coralillo, cascabel de diamantes, águila real, codorniz, guajolote y sapo de puntos entre otras especies. También se ubica el pino, encino, barreta, monilla y otros árboles boscosos.

 El dirigente del Partido Verde Ecologista de México, Edgar Salvatierra, aprobó la cancelación del permiso de uso de suelo a la empresa Matrimar, SA de CV, que buscaba instalar otra  pedrera en la Sierra de Picachos, en Doctor González.

 Puntualizó  que las autoridades estatales y municipales no están realizando su trabajo adecuadamente, por lo que continuarán ejerciendo presión ante las anomalías en materia ambiental que suceden en el estado.

 Como suele suceder en este tipo de hechos, en ambas empresas no se obtuvo su versión debido a que sólo los propietarios podrían hablar y no estaban localizables.

 “Es lo mismo de siempre, al menos ya nos aceptaron la demanda, pero siguen las presiones; ya nos destruyeron los caminos, los pavimentos de las carreteras, acaban con el agua, contaminan, la flora y fauna muere, no hay quien pare a estos devoradores”, menciona Aristeo Benavides.