La Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Veracruzana coordinaron tres sesiones de charlas sobre Alfonso Reyes. La primera sesión fue a cargo de Javier Garciadiego, el 11 de agosto transmitido por las redes sociales de la Facultad de Filosofía y Letras.

 Alfonso Reyes siempre será una figura de estudio para los investigadores. El Regiomontano Universal fue un hombre de aristas desde donde se puede abordar una parte fundamental de la historia contemporánea de México. En cualquier lugar en el que se encontró, así como en toda actividad que desarrolló dejó influencia.

 En palabras de Juan Villoro, coordinador del proyecto, Alfonso Reyes fue un patriarca benévolo que favoreció el diálogo y generosidad con los más jóvenes. Tal aseveración se sustenta en el trabajo realizado por Javier Garciadiego, Doctor en Historia de México por El Colegio de México y actual director de la Capilla Alfonsina Ciudad de México.

 “La prosa de Garciadiego tiene la capacidad de volver interesante a un personaje que para muchas personas parecería alejado de la vida y muy cercano a la bibliografía; es decir, un hombre que escribió muchísimo pero que le pasaron pocas cosas”, dijo Juan Villoro, Escritor.

Durante esta primera de tres sesiones que se realizarán con apoyo de la Fundación para las Letras Mexicanas, la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL y la Universidad Veracruzana, Garciadiego advirtió hacer uso de una metodología singular.

“Aquí en este libro que acabo de publicar, una biografía poco ortodoxa sobre Alfonso Reyes, aparecen temas que al propio Reyes le hubieran lastimado. Me basé en la literatura sincera, en sus cartas donde Alfonso Reyes escribía de otra forma que para ser leído o publicado”, explicó el historiador.

“Su abuelo, Domingo Reyes, nació en Nicaragua, fue paisano de Rubén Darío. Migró al Estado de Jalisco en 1830. Parece que lo primero que hace es ser arriero, llevar mercancías en recuas de mula desde los ranchos a las ciudades.

 “Las habilidades de arriero permitieron a Domingo Reyes pasar de la arriería a la milicia. Estamos hablando de un México en pleno estado de convulsión. Siempre fue miembro del grupo liberal”, informó Garciadiego.

 Durante esta primera sesión se dio a conocer la figura de Bernardo Reyes, padre de Don Alfonso, quien siempre se ha tratado bajo la línea narrativa que el propio Alfonso daba de su padre en los libros oficiales.

 “Pero en los papeles sinceros, cartas a Julio Torri y otros amigos, no queda claro el apoyo de Bernardo Reyes a su hijo, al contrario, quedó claro que no consentía que su hijo fuera escritor”, dijo Javier Garciadiego, Director Capilla Alfonsina Ciudad de México.

“Una de las primeras heterodoxias de la biografía que hecho de Alfonso Reyes de esta sesión cuestionar el supuesto peso literario que Alfonso Reyes le adjudicó en los papeles públicos a su padre.

 “En los papeles de sinceridad siempre dejó claro que su padre no había sido la influencia literaria que nos enseñó en los papeles públicos para ser publicados”, explicó Garciadiego en esta primera sesión de las tres que se realizarán los próximos miércoles.