Después de gastar más de $ 300 millones en anuncios por su lanzamiento retrasado en la campaña presidencial demócrata, Mike Bloomberg se convirtió en humo el miércoles por la noche en Nevada, cuando apareció en su primer debate televisivo. Compró 2 mil millones (con una "b") en Facebook y Google solo en las últimas semanas, alrededor de 30,000 anuncios por minuto. Este ingenioso retrato de Mussolini Mike, con algunas frases bonitas, elevó sus números de encuestas del 4% al 19% prácticamente de la noche a la mañana, colocándolo codo a codo con Bernie, hasta que la nación lo vio "inactivo" en el escenario esa noche.

El mayor problema es que los otros candidatos, aunque parecían haberse olvidado temporalmente de Donald Trump en su frenético esfuerzo por atacar a Bloomberg, se negaron a atacar el núcleo del mal representado por el verdadero Mike Bloomberg. Solo cuando encajaba en su ideología de "política de identidad" lo desafiaron: él era multimillonario, su misoginia, su racismo. Pero no se dijo una palabra sobre su degradación de los granjeros y los trabajadores de máquinas como idiotas sin sentido que solo podían pegar una semilla en el suelo o girar una llave inglesa. ¿Podría ser que todos están de acuerdo fundamentalmente con Mike en eso? Después de todo, todos parecen compartir la opinión de Hillary de que la base de Trump no es más que trabajadores tontos, la "canasta de deplorables". Tampoco cuestionaron su llamado a la eutanasia, que debemos ahorrar dinero al negarnos a tratar médicamente a las personas mayores de cierta edad.

Sobre un tema, no hay duda de que todo el establo de candidatos demócratas está totalmente de acuerdo: que el mundo pronto se quemará por el calentamiento global si no cerramos el desarrollo industrial en el país y en el extranjero, evitamos que todas las naciones produzcan energía con combustibles fósiles, y en el proceso reducir la población mundial a un nivel considerado aceptable por el Príncipe Carlos, algo menos de mil millones. Aquí es donde uno encuentra las credenciales reales de Bloomberg como genocida, comprometido a obligar a todo el sistema financiero occidental a cortar el crédito a cualquier cosa con una "huella de carbono".

Trump ha ridiculizado correctamente el culto climático: ayer levantó la política de locura verde de negar el agua a los agricultores mientras el agua dulce se desperdicia y se drena al océano.

Y luego está China. Mientras que Trump hace tratos comerciales con China y elogia tanto su progreso realmente increíble, como su líder Xi Jinping, tanto los demócratas como los republicanos están a la vanguardia en la confrontación con China, sabiendo muy bien que esto podría conducir rápidamente a la guerra. En la conferencia de seguridad de Múnich, Nancy Pelosi y Mike Pompeo no dejaron espacio para denunciar a China por prácticamente todos los males del mundo

El presidente Trump señaló recientemente que si hubiera escuchado a su ex asesor de seguridad nacional John Bolton, "ya estaríamos en la Sexta Guerra Mundial". Esto es igualmente cierto para Mike Pompeo: sus mentiras y amenazas diarias con respecto a China, el Belt and Road, las capacidades e intenciones científicas de China demuestran que él cree en la mentalidad geopolítica británica, ya sea el cambio de régimen o la guerra. Trump identificó correctamente esta enfermedad mental al declarar la guerra de Irak como el mayor error de la historia, y juró sacar al país de estas guerras interminables y establecer relaciones amistosas con Rusia y China.

Para que Trump use sus habilidades de negociación sustanciales, se le debe permitir convocar una cumbre de emergencia con sus amigos Xi Jinping y Vladimir Putin, poner fin a las "guerras interminables" y cooperar para poner fin a los múltiples flagelos que enfrenta la humanidad en este momento de crisis: terrorismo, coronavirus y langostas que amenazan a millones en África y Asia. Al unirse para combatir estas amenazas para la humanidad, estos grandes líderes también pueden lanzar las políticas de emergencia necesarias para construir la economía mundial, aventurarse juntos en el espacio y desatar un renacimiento cultural que se base en las grandes épocas de la historia, en China, India , el mundo árabe, África y Europa.