CHARLOTTE, EEUU - Los residentes de Charlotte, en Carolina del Norte, vivían en un estado de emergencia el jueves, con efectivos de la Guardia Nacional desplegados en las calles tras una segunda noche de violentas protestas por la muerte de un nombre negro a manos de la policía.
Una persona fue conectada a dispositivos para mantenerla viva tras recibir disparos de un civil el miércoles por la noche, mientras que policías antimotines usaron gas lacrimógeno, balas de goma y granadas cegadoras para tratar de dispersar a manifestantes que saquearon locales comerciales y lanzaron piedras, botellas y fuegos artificiales.
Cuatro policías sufrieron lesiones no fatales, dijeron autoridades de la ciudad.
Los más recientes incidentes se desataron tras una protesta pacífica previamente en la noche por parte de manifestantes que rechazan la versión oficial sobre cómo fue baleado Keith Scott, de 43 años, por un policía negro en el estacionamiento de un complejo de departamentos el martes por la tarde.
Las autoridades afirman que Scott empuñaba una pistola y que fue baleado tras rehusarse a cumplir pedidos de que la soltara. Su familia y un testigo aseguran que sostenía un libro, no un arma de fuego, cuando fue abatido a tiros.
Durante la noche, los manifestantes rompieron vidrios y puertas de vidrio en un hotel Hyatt de la zona céntrica y golpearon a dos empleados, dijo a Reuters el administrador del hotel. Además, pintaron en las ventanas la consigna "Las Vidas de los Negros Importan".
Fue la segunda noche de agitación en la ciudad más grande de Carolina del Norte y uno de los mayores centros financieros de Estados Unidos. Dieciséis policías y varios manifestantes resultaron heridos el martes por la noche y en las primeras horas del miércoles.
El gobernador Pat McCrory declaró estado de emergencia el miércoles por la noche e inició el proceso de despliegue de la Guardia Nacional y de agentes de la patrulla carretera estatal en la ciudad para ayudar a restaurar el orden.
La muerte de Scott tuvo lugar sólo días después del tiroteo fatal contra un hombre negro desarmado en Tulsa, Oklahoma, que fue captada en video.
Ambas muertes fueron las más recientes de una serie de tiroteos de la policía en los últimos dos años que han planteado cuestionamientos sobre prejuicios raciales en las agencias para el cumplimiento de la ley de Estados Unidos.