Junio 26 de 1910: triunfa Porfirio Díaz en las elecciones presidenciales. Se había eternizado en el poder y este proceso electoral estuvo tan viciado como los anteriores, sólo que ahora tuvo que echar mano del último recurso: encarcelar a su adversario, que respondía al nombre de Francisco I.Madero, quien el día 6 de Junio anterior había sido detenido en Monterrey. Los cargos era lo de menos, primero se dijo que era porque estaba encubriendo a un empleado suyo que estaba acusado de ‘delitos graves’ y luego que no, que Madero -candidato a la presidencia de México por el Partido Nacional Antireeleccionista- había sido detenido porque en su campaña electoral había incitado el 4 de junio de 1910, en Valladolid, Yucatán un levantamiento en contra del gobierno de la República.
Díaz, desde su sitial en el Palacio Nacional, tenía amarres con la aristocracia de la Ciudad de México, y con todas las embajadas. Esto explica que el embajador norteamericano Henry Wilson haya informado oficialmente a Washington, DC, que los anti reeleccionistas habían ganado sólo 20 de las 301 casillas electorales instaladas en la ciudad de México. En pocas palabras, Wilson estaba aprobando la reelección de Díaz, y condenando a Francisco I. Madero y Francisco Vázquez Gómez, candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia respectivamente, a ser considerados oficialmente como derrotados en el proceso electoral.
Así que los tiempos legales fueron agotados y el 4 de octubre, tanto Porfirio Díaz como Ramón Corral, fueron declarados reelecto presidente el primero, y vicepresidente el segundo, para el sexenio 1910 – 1916. Pero, contrario a los deseos de Wilson, el asunto no concluyó en forma tan sencilla como lo había sido en ocasiones anteriores, pues ahora explotó un proceso violento, llamado Revolución Mexicana. Madero escapó de la cárcel de San Luis Potosí, y se instaló en San Antonio, Texas, en donde recibió visitas de notables políticos y algunos hombres de empresa que estaban esperando a un líder que los condujera al derrocamiento de Porfirio Díaz Mori. Muy pronto, el 20 de noviembre de 1910, iniciarían las hostilidades que le costarían al sempiterno presidente mexicano su puesto y su residencia en el país, aunque Wilson siempre estuvo al acecho para organizar un complot en contra de Madero…
