03/May/2024
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Reviven con anécdotas cinco décadas del Colegio de Historia de la FFYL de la UANL

La primera coordinadora y egresados de la primera generación del Colegio de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL celebran el 50 aniversario de la institución que es un parteaguas de la investigación, análisis y difusión de la historia en el norte del país

 

El Colegio de Historia celebró este 19 de febrero su primer medio siglo de vida académica. Y en el marco de su 50 aniversario, la Facultad de Filosofía y Letras preparó una jornada en la que participaron Elvia Hernández Flores, primera coordinadora, y los egresados Héctor Jaime Treviño Villarreal y Juan Antonio Vázquez Juárez.

 La apertura de la jornada “50 aniversario del Colegio de Historia” la encabezó el director de la escuela de humanidades, Francisco Javier Treviño Rodríguez, y se realizó en el edificio del CEPADIH, al que asistieron maestros, estudiantes y egresados de la FFYL.

 Es importante destacar que el Colegio de Historia surge con el respaldo de dos instituciones de carácter nacional muy importantes: la UNAM y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 1973.

 

Primera coordinadora egresada de la UAP

 

 La maestra Elvia Hernández Flores, primera coordinadora del Colegio de Historia, es oriunda de la ciudad de Tlaxcala y cursa la carrera universitaria en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla.

 “Cuando se abrió el Colegio de Historia, concretamente en la FFYL de Puebla, el objetivo principal fue preparar a los maestros que ya daban clase en preparatorias. Se abrió con Historia, Filosofía, Letras y Psicología. Formar profesionalmente a los maestros que ya impartían esas materias en las preparatorias de la Universidad de Puebla”, explicó.

 Hernández Flores dijo que no fue su decisión venir a Nuevo León, sino que la vida le ofreció la oportunidad.

 “Y tampoco pensaba venir a trabajar; quien venía a trabajar era mi esposo. Llegué aquí con un hijo de dos años. Luego supe que se iba a abrir una escuela de historia en la Universidad y sentí curiosidad de conocer la Universidad. Me informaron que solicitaban maestros de la especialidad y pensé que podía dar una clase; me presentaron con Tomás González de Luna, quien me hizo una entrevista extensa”, dijo Elvia Hernández Flores, Primera coordinadora del Colegio de Historia de la UANL.

 Ya en la entrevista con quien en ese momento dirigía la FFYL, la maestra Elvia compartió que tuvo la fortuna de conocer a un grupo de sociólogos, antropólogos e historiadores que venían becados por la Organización de Estados Americanos (OEA).

 “Eso se lo expuse al director de esta facultad y pasó para mí algo muy inesperado. Me propuso hacerme cargo de un proyecto de Maestría en Historia que él tenía proyectado, pero no acepté, porque no tenía ese grado académico. No acepté.

 “Volvimos a platicar al menos tres veces y le propuse crear una Licenciatura en Historia y aceptaría el reto. Por tener poco tiempo de haber egresado del Colegio de Historia de la FFYL de Puebla, podía ponerme en contacto con los maestros que tuve, que en su mayoría eran maestros de la UNAM y del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Ahí me arriesgué a proponer la Licenciatura en Historia”, continuó.

Para formalizar el Colegio de Historia en la UANL se apoyó de sus maestros de la UNAM, historiadores de talla internacional como Juan Brom Offenbacher, fundador del Colegio de Historia de la Universidad de Puebla; Arturo Azuela, maestro de la FFYL; Guadalupe Nava, colaboradora del historiador Wigberto Jiménez Moreno, quien la puso en contacto con Enrique Florescano, jefe del Departamento de Investigaciones Históricas del INAH.

 Luego de 50 años del Colegio de Historia en la UANL, la maestra Elvia Hernández Flores se tiene muy emocionada y agradecida por haber podido enfrentar ese reto que en ese momento le presentó la vida.

 “No me imaginaba que iba a enfrentar este reto en esta ciudad y en esta universidad. El hecho de que nos apoyaron del Colegio de Historia de la UNAM y el INAH, eso hizo que el Colegio desde entonces se integrara a las nuevas corrientes historiográficas que ya se empezaban a dar en la década de los sesenta". señaló Elvia Hernández Flores.

  “Luis González y González ya hablaba que era necesario desarrollar la historiografía porque esta disciplina iba a cambiar la historia de México y le daría un gran impulso a la carrera. Y por otra parte Enrique Krauze también hablaba de que a partir de la década de los setenta, como resultado del movimiento del 68, se empezó a dar un revisionismo histórico, y a partir de los setenta se vino ese revisionismo que no se ha detenido. Se sigue dando con mucha fuerza a nivel internacional en la historiografía”, compartió.

 

Egresados aún vigentes escribiendo la historia

 

El maestro Héctor Jaime Treviño Villarreal es integrante de la primera generación del Colegio de Historia y como profesionista sigue dejando huella de su quehacer y la importancia de ejercer esta disciplina en el siglo 21. Actualmente es director del Archivo General del Estado de la Secretaría General de Gobierno del Estado de Nuevo León.

 “Desde pequeño me interesó mucho la historia. Aprendí a leer a los cuatro años y medio. Terminé la primaria a los 10 años y medio. Los señores viejos del pueblo me pagaban 20 centavos porque les leyera el periódico El Porvenir.

  “Leía mucho los artículos de los historiadores locales, principalmente José Navarro, alias 'El Cabezón', que hacía crónicas muy interesantes de Monterrey; y las historias de Israel Cavazos y de Plinio Ordóñez. Tenía mucho contacto de muy niño con eso”, indicó Héctor Jaime Treviño Villarreal, Historiador.

 Treviño Villarreal agregó que visitaba con gusto las peluquerías de su natal Sabinas, a las que consideraba un centro de enseñanza.

 “Las peluquerías en Sabinas eran un centro de enseñanza, porque había revistas de todo: Box y Lucha, Ring, Hit, Súper Hit, Lucha Libre, la revista Siempre!, el Boletín de la URSS, de Checoslovaquia; pero además los señores discutían de política y aprendías; eso hizo que me inclinara por la historia desde muy niño”, prosiguió.

 Cuando egresa, ¿cómo desarrolla el ejercicio de su profesión?, se le cuestiona.

 “Ya era maestro de la Normal Superior de ciencias sociales e impartía geografía, física, geografía humana, historia, técnica de la investigación; y estaba muy ligado a la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística (SNHGE), antes de entrar al Colegio de Historia”, indicó.

   “Lo interesante es que cuando entras al Colegio ya te dan las armas metodológicas para hacer una historia crítica, una historia con fuentes, no solo copiar y pegar. La profesionalización era lo que se necesitaba, historiadores de carrera”, dijo Héctor Jaime Treviño Villarreal.

  En 1974 Héctor Jaime Treviño Villarreal escribe en una revista la creación de la Licenciatura de Historia en la FFYL, apenas terminaba el primer semestre.

 “Me sirvió mucho estar en el Colegio de Historia. Fue un parteaguas en mi vida y me sirvió para mucha proyección en muchas cuestiones. Mi primer artículo lo escribí en 1965. Ya tenía contacto con la prensa estudiantil y de la época, pero la importancia del Colegio de Historia para mí, y para muchos compañeros que hemos egresado de este glorioso Colegio de Historia, es que nos dio esas herramientas, esas armas”, advirtió.

 Para Treviño Villarreal, la misión del Colegio de Historia es investigar, analizar, escribir y difundir la historia.

 “Porque si no difundes lo que investigas cómo se va a enterar el pueblo de que encontraste un hecho histórico que no está en ningún libro y eso es importante. Un cronista que no escribe no es cronista. Un cronista que no analiza, no difunde, no es cronista”, sentenció.

  En el caso del maestro Juan Antonio Vázquez Juárez, también egresado de la primera generación del Colegio de Historia, la profesión lo llevó a estudiar un personaje norteamericano que llegó a Nuevo León como empresario: el Coronel Joseph Andrew Robertson.

 “Ingresamos al Colegio de Historia 14 alumnos y se fueron yendo hasta que al final quedamos cuatro compañeros. Comencé a ejercer cuando aún era estudiante del Colegio de Historia porque, siendo estudiantes, nuestro maestro de Historia de México, quien era el director de la Preparatoria 3, Máximo de León Garza, nos invita a hacer el servicio social en la Prepa 3 y dos levantamos la mano, dos: Hermilo Cisneros y un servidor. Ahí nos reconocemos una antigüedad de 1976. Nos incorporamos como maestros mientras cursábamos la licenciatura”, comentó orgulloso.

Vázquez Juárez recuerda a su maestro Israel Cavazos Garza, quien llegaba a la clase con una copia de algún documento del Archivo General del que era responsable para que entráramos a la cuestión de la paleología.

 “Tuvimos maestros muy buenos que nos inculcaban ese tipo de cosas, la investigación. Otro maestro fue Mario Cerutti, con el que empezamos a hacer trabajos de investigación ya en archivos. Fue Mario Pérez Delgado, con quien íbamos al Archivo Municipal de Monterrey y el Archivo General del Estado a hacer nuestras primeras investigaciones", dijo Juan Antonio Vázquez Juárez, Historiador.

 “Gracias al maestro Mario Cerutti hice un trabajo de investigación acerca de un inversor extranjero en Monterrey, del Coronel Joseph Andrew Robertson en la época porfirista. Me clavé mucho, sigo con él, dicto conferencias sobre este personaje, quien trajo el ferrocarril, por ejemplo, en tiempos en que gobernaba Bernardo Reyes”, añadió.

 ¿Cuál es el rol que juega actualmente el Colegio de Historia?, se le cuestiona.

 “Es un centro formador de maestros, investigadores, donde se vienen a preparar personas que tienen otra profesión pero que están enroladas en las materias de historia y ciencias sociales y vienen a perfeccionarse”, aseveró.

   “Es una carrera muy necesaria, muy interesante y que proporciona una muy buena preparación para los futuros docentes, investigadores, historiadores, cronistas; muchos de estos historiadores y cronistas han salido de estas aulas”, indicó Juan Antonio Vázquez Juárez.