KATOWICE, Polonia — A tres años de la firma de un histórico pacto por el clima en París, los líderes mundiales se reunirán de nuevo para ponerse de acuerdo en la letra pequeña.
La euforia de 2015 ha cedido ante la realidad de que será difícil lograr un acuerdo entre casi 200 países, cada uno con sus propias necesidades económicas y políticas, como lo demuestra la decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo.
“Visto desde una perspectiva externa, es una tarea imposible”, dijo el viceministro de Ambiente polaco Michal Kurtyka acerca de las conversaciones que presidirá en Katowice del 2 al 14 de diciembre.
La prioridad en la agenda de la cumbre será ultimar el llamado reglamento de París, que determina cómo deben reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero los países, reportar sus avances a los demás firmantes y revelar qué están haciendo para reducirlos.
Negociadores experimentados llaman a la reunión, que se prevé tendrá unos 25.000 participantes, “París 2.0” por lo que está en juego en Katowice.
Incendios forestales en California y Grecia, sequías en Alemania y Australia, poderosas tormentas tropicales como Mangkhut en el Pacífico y Michael en el Atlántico: los científicos dicen que los fenómenos extremos de este año sdon un anticipo de futuros desastres si se permite que el calentamiento global continúe sin freno.
Un estudio reciente del Panel Internacional sobre Cambio Climático advirtió que se está acabando el tiempo para conseguir el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París: limitar el cambio climático a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit).
El planeta ya se ha calentado alrededor de 1 grado Celsius desde la era preindustrial y va camino de sumar otros dos o tres grados para final de siglo a menos que se tomen medidas drásticas.
La conferencia tendrá “consecuencias muy significativas para la humanidad y la manera como cuidamos nuestro planeta”, Kurtyka dijo a The Associated Press antes del inicio de las discusiones.
Los expertos coinciden en que para alcanzar las metas de París se deben reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de invernadero a cero para 2050.
Pero el acuerdo de París permitió a cada país fijar sus propias metas de reducción de emisiones. Algunos van camino de cumplirlas, otros no. El mundo en general sigue el camino equivocado.