12/May/2024
Editoriales

Frida y Tina, dos artistas talentosas

A finales de los años ochenta en el documental de Frida Kahlo y Tina Modotti, nadie pelamos a la italiana, pues la figura de Frida le redujo su papel a una fotógrafa amiga suya.

Pero recientemente leí la historia de la ejecución en 1929 del estudiante cubano Julio Antonio Mella que estaba desterrado en México. Este líder estudiantil fue baleado en la esquina de Abraham González y Morelos del Distrito Federal, cuando caminaba por la banqueta tomado de la mano de su pareja que se llamaba Tina Modotti, y el escribidor especula que el crimen fue cometido por instrucciones del dictador cubano Gerardo Machado, y anota  que Tina -según declaraciones de testigos- gritó, pero no lloró ante la muerte de su amante. Rápidamente el gobierno cubano desmintió su participación, y como encontraron ciertas contradicciones en las declaraciones de Tina, de pronto se convirtió en sospechosa de complicidad, dándole al crimen un giro sacándolo de las notas políticas para aparecer en las rojas.

Las investigaciones iban encaminadas a demostrar que Tina -Tinísima, diría Poniatowska en su biografía novelada- estuvo involucrada en el crimen cometido por un celoso ex amante suyo, y en los periódicos se publicaron fotografías de Tina totalmente desnuda, mostrando su “imperdonable belleza”, diría Galeano. Sin embargo, su amistad con Frida Kahlo y Diego Rivera la salvó de la cárcel, pero fue desterrada de México, pues también se corrió la especie de que era parte del complot para quitarle la vida al presidente Ortiz Rubio en el atentado cuando acababa de rendir su protesta, pero eso sucedió hasta febrero de 1930. En fin, la vida de Tina Modotti es bien interesante, pues de México se fue a España en donde se alistó en el ejército contra el franquismo y estuvo en el frente de batalla. En 1940 pudo regresar a nuestro país en donde, un par de años después, extrañamente murió al interior de un taxi. Esta mujer italiana profesional de la fotografía, actriz de cine mudo y supuesta espía comunista, ha inspirado a varios autores de novelas y obras de teatro. Su no lucimiento en el documental con Frida explica por qué las obras de arte no deben estar amontonadas, sino que a cada una hay que darle su espacio para que puedan lucir adecuadamente.