En estos tiempos hay escasez de valores políticos en México. Pero no siempre fue así, hubo grandes personajes que no han tenido suficiente reconocimiento de las nuevas generaciones. Uno de esos casos es Heriberto Jara Corona (1879-1968) quien fue un destacado militar y un político inteligente. A sus 19 años ya estaba adherido al Partido Liberal Mexicano, listo para luchar en contra del dictador Porfirio Díaz. Apoyó a Madero desde 1910, y tuvo a su cargo importantes carteras gubernamentales, pues fue gobernador de Tabasco, Veracruz y el Distrito Federal, hoy Ciudad de México. Su actuación en la redacción de la constitución de 1917 fue en verdad destacada, pues logró incorporar los postulados sociales a los artículos 3º, 27º y 123. Tomó fama nacional cuando en 1914, un incidente provocado por el presidente Huerta que ordenó detener a los tripulantes de dos lanchas de guerra norteamericanas, por haber atracado sin permiso en el puerto de Veracruz para reabastecer de combustibles, provocando que el coloso del norte enviara a Veracruz una flota el 21 de abril de 1914. Jara -estaba de encargado en la Ciudad de México- no titubeó cuando recibió la orden del Jefe Carranza, ipso facto movió su gente a Veracruz, para echar en corrida a los posibles invasores. Fue presidente del comité ejecutivo nacional del Partido de la Revolución Mexicana, y orgullosamente recipiendario de la medalla Belisario Domínguez en 1959, máxima distinción que entrega el Senado de la República.

 Fuente: Conversaciones con Heriberto Jara, de Carlos Zapata Vela, 1992 Ediciones Costa – Amic