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Trump alza el tono tras nuevas revelaciones de prensa sobre el caso ruso

El presidente de EEUU, Donald Trump, calificó este jueves de falsas las afirmaciones sobre una supuesta colusión con Rusia, al responder a nuevas revelaciones de la prensa según las cuales el fiscal especial Robert Mueller busca investigar si el mandatario obstruyó a la justicia.

"Ellos hicieron una falsa colusión con la historia rusa. No hallaron ninguna prueba. Ahora hablan de obstrucción a la justicia en esta historia falsa. Qué bonito", escribió el jefe de Estado en Twitter. En un segundo mensaje en la misma red social, Trump denunció "la mayor caza de brujas en la historia polí­tica de EEUU".

El presidente se juega mucho en este caso. Si llegara a haber pruebas de que obstruyó a la justicia, podrí­a iniciarse, en teorí­a, un procedimiento de destitución en el Congreso.

El fiscal independiente Robert Mueller, exjefe del FBI, interroga actualmente a altos responsables de inteligencia para determinar si el presidente intentó frenar o bloquear la investigación sobre una injerencia rusa en el proceso electoral estadounidense en 2016, según los diarios The Washington Post y The New York Times.

Esta investigación abarca también una eventual connivencia entre allegados a Donald Trump y Moscú durante la victoriosa campaña electoral del magnate republicano. La semana pasada, el exjefe del FBI James Coney, despedido por Trump a comienzos de mayo, dio cuenta de presiones del presidente en la investigación sobre Rusia.

- "Un gran giro" -

El hecho de ampliar el campo de la investigación a una eventual obstrucción a la justicia por Donald Trump representa "un gran giro" en este caso, subraya The Washington Post, que afirma además que los investigadores están a la búsqueda de potenciales delitos financieros entre colaboradores del multimillonario republicano.

El fiscal Mueller presuntamente solicitó entrevistas con cinco importantes funcionarios de los servicios de inteligencia, de los cuales tres aceptaron la petición. Se trata de Daniel Coats, director de Inteligencia Nacional, que supervisa todas las agencias; Mike Rogers, director de la agencia de interceptación de comunicaciones NSA, así­ como su exadjunto Richard Ledgett.

Esas entrevistas podrí­an tener lugar esta semana, según The Washington Post. Siempre según el periódico, Mueller se interesa particularmente en un intercambio que tuvo lugar el 22 de marzo entre Coats y sus colaboradores.

El director de Inteligencia Nacional confió al parecer entonces que Trump le habí­a pedido que interviniera ante Comey, en ese momento director del FBI, para que abandonara la investigación sobre el exconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Michael Flynn, considerado allegado a Rusia y en el centro de las sospechas de colusión con Moscú.

- "Filtración escandalosa" -

Unos dí­as más tarde, Trump les pidió a Coats y Rogers que declararan públicamente que no existí­a ninguna prueba de colusión entre miembros de su equipo de campaña y Rusia, a lo cual los dos hombres presuntamente se negaron, según el periódico.

"La filtración de información del FBI que concierne al presidente es escandalosa, inexcusable e ilegal", reaccionó el miércoles el abogado de Trump Marc Kasowitz, sin pronunciarse sobre el fondo del asunto.

Según los medios de comunicación, "la investigación sobre el presidente por obstrucción a la justicia comenzó unos dí­as después de que James Comey fuera despedido, el 9 de mayo".

Mueller fue designado fiscal especial para garantizar la independencia de la investigación la semana siguiente, el 17 de mayo.

Según el código de EEUU, que reúne el conjunto de leyes federales del paí­s, "quienquiera que intente, de forma corrupta, (...) influenciar, trabar o impedir la buena administración de justicia, debe ser castigado". El delito es pasible de una pena de prisión que no exceda los cinco años.

Los expertos estiman poco probable que el Departamento de Justicia tome la iniciativa de inculpar a un presidente en ejercicio, inclusive si la investigación de Mueller concluye que hubo obstrucción a la justicia por parte de Trump. Pero esa eventualidad presionarí­a al Congreso, de mayorí­a republicana, para poner en marcha un procedimiento polí­tico de destitución ('impeachment') contra el mandatario.

Los procedimientos de 'impeachment' llevados a cabo contra los presidentes Bill Clinton, en 1998, y Richard Nixon, en 1974, se basaron en ambos casos en acusaciones de obstrucción a la justicia.