25/Apr/2025
Editoriales

¿Por qué un metro mide un metro?

Esta pregunta pareciera ser una perogrullada, pero es verdad, pues el metro podría ser de un tamaño diferente, por lo que se requería tener una referencia estática.

 Así, la física nuclear define al metro como una medida de longitud que se calcula por el tiempo en que recorre la luz en el vacío durante 1/299 792, 458 de segundo. Pero la yarda también es una medida de longitud que se usa en Estados Unidos, Panamá y Reino Unido. Sin embargo, dificulta o retarda las conversiones porque se basa en pies, y pulgadas, medidas arbitrarias que no son prácticas y las presiones del mercado exigían tener medidas más prácticas y sencillas de aplicarse en los mercados.

 Porque una yarda mide 0.9144 metros, es decir, que ahora el metro es la referencia.

 Nosotros utilizamos el metro y sus derivados centímetros, kilómetros, etcétera, por lo que siempre se debe tener presente que dicha medida viene de Francia. 

 Esto es así porque la revolución francesa encomendó en el año de 1798 a un par de ingenieros topógrafos -Jean Delambre y Pierre Mèchaun- que encontraran una unidad de medida moderna que eliminara los vestigios de la monarquía. 

 La Academia de Ciencias había decidido adoptar el sistema del sacerdote Gabriel Mouton, quien sostenía que la unidad básica había de ser una fracción de la circunferencia de la Tierra, y con ella crear un sistema sencillo de diez unidades que facilitaran las operaciones de medición, lo que sonaba muy bien, solo que faltaba determinar cuánto debería medir ese patrón. 

 Se pensó en llamarle Metro de acuerdo con el griego “metron” o “medida”. Y se acordó que un metro debería ser 1/10,000,000 de la distancia entre el Polo norte al ecuador, es decir, un cuarto de la circunferencia de la Tierra.

 Sin embargo, cuando se pusieron de acuerdo, ya estaba iniciando el invierno, y como ya urgía definir el tamaño del metro, se acordó establecer una medida provisional mientras se realizaba una medición precisa entre Dunkerque y Barcelona, pasando por París.

 Los ingenieros topógrafos mencionados hicieron su trabajo, a pesar de que tuvieron un grave problema: su equipo de banderas y señales blancas era motivo de sospecha de las autoridades locales, pues el blanco era el color de la monarquía. Así que no fueron pocas las noches que pasaron ambos durmiendo en cárceles locales. 

 

 Hasta que, finalmente, estos agrimensores extrapolaron la longitud de un cuarto de la circunferencia terrestre y la dividieron en 10 millones. El resultado difería sólo 0. 35 mm del que habían estimado provisionalmente, así que se quedó la medida del metro provisional como definitiva. Y desde entonces, el metro mide lo mismo quedando como medida oficial en la mayor parte del mundo.