Las leyes de la termodinámica pronto serán probadas en Bali. La isla indonesia recibirá a los líderes del g 20 los días 15 y 16 de noviembre. En su calor tropical, puede tener lugar una conversación gélida: el presidente Joe Biden puede reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, en persona por primera vez desde que asumió el cargo. Debido a que Estados Unidos y China apenas se hablan, esto importa. ¿Podría la palabrería en Bali conducir a un deshielo entre las superpotencias?
No cuentes con eso. El equipo de Biden ve a Estados Unidos enfrascado en la competencia con una China demasiado agresiva. Xi está empeñado en remodelar el orden mundial para hacerlo más dócil a los autócratas. Él cree que Estados Unidos está en declive y busca bloquear el ascenso de China. Las crisis entre ellos se vislumbran en varios frentes , con oscuros paralelismos con la guerra fría. El diálogo a menudo también era limitado en ese entonces. Pero la lección de ese período es que los poderes rivales deben encontrar formas de comunicarse, particularmente cuando las tensiones son altas.
