En un postura que nos recuerda al "viejo PRI" o al "PRI tironero", aquel PRI de los años del gobernador Pedro Zorrilla, del gobernador Alfonzo Martínez Domínguez o del gobernador Jorge Treviño, un PRI que, hay que decirlo, ya no existe, el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza rechazó la propuesta se subcontratar empresas privadas para que se hagan cargo de impartir los servicios básicos que debe proporcionar el municipio tales como el servicio de limpia, mantenimiento de áreas verdes, bacheo , alumbrado etc.
Según dijo el alcalde, sería "un gasto doble" puesto que el municipio tiene gente "suficiente y calificada" para proporcionar esos servicios y además "están ansiosos de salir a la calle pues fueron desplazados por las anteriores administraciones" que sobre todo las panistas que suelen siempre entregar esas funciones a alguna empresa privada argumentando que ahorran recursos pero en realidad duplican las funciones y el gasto, en aras de hacer de un servicio público un negocio privado.
El alcalde De la Garza no solo lo rechazo sino que además lo explicó de manera clara y contundente. Esa práctica privatizadora típica en los gobiernos panistas y en muchos priistas, solo genera un "gasto doble". No es necesario explicar más al respecto.