Octubre 2 de 1954: muere en Monterrey el ex gobernador interino del Estado, don José Benítez. Su nombre completo fue José Benítez Martínez nacido el 1º de enero de 1891 en Linares, en el hogar de Francisco Benítez Leal y Adelaida Martínez, una familia acomodada de Linares con tradición política pues su abuelo fue el gobernador Jesús María Benítez y Pinillos, y su tío el gobernador Pedro Benítez Leal. José Benítez estudió leyes en la Ciudad de México y un doctorado en la Universidad de Heidelberg. Se tituló de abogado en 1923, pero desde 1916 a 1918 era funcionario en el servicio exterior, en la legación Austria – Hungría, y en 1919 fue comisionado para responsabilizarse de los negocios nacionales en Viena.
Siguió su carrera en la cancillería hasta ser en 1925 primer secretario de la Embajada mexicana en Washington. Después, fue profesor de derecho en la Escuela Nacional Preparatoria, y de ahí regresó a Nuevo León para ser Secretario General de Gobierno con el gobernador Aarón Sáenz. Cuando el general Aarón solicitó permiso al Congreso del estado para ausentarse debido al llamado que le hizo su jefe histórico Álvaro Obregón a re-incorporarse de nuevo a su equipo cercano, pues la CROM representaba un grave problema político y Sáenz era el indicado para atenuarlo, José Benítez fue nombrado Gobernador Interino de marzo 27 a agosto 14 de 1928. Después repitió en esa misma posición de noviembre 6 de 1928 a marzo 2 de 1929.
Posteriormente sucedió de nuevo el mismo caso, al ser Gobernador interino de febrero 3 de 1930 hasta el 4 de octubre de ese mismo año. Todo esto se repetía debido a que el general Aarón Sáenz era un actor político nacional del primer orden que, incluso, aspiraba a ser Presidente de México, algo que no alcanzó, pero fue nombrado Secretario de Educación Pública y otros cargos nacionales de esa talla, pero siempre vigilando la política de Nuevo León, en donde no confiaba su Gobierno a nadie que no fuera José Benítez, a quien le servía mucho su formación de abogado y diplomático, pues los documentos oficiales de su época son impecables.
