Marzo 15 de 1913: nace en Monterrey Raúl Rangel Frías, quien llegaría a ser rector de la UANL y gobernador del Estado. Hijo de Edelmiro Rangel y de Josefina Frías, estudió en el colegio Hidalgo, después en Colegio Civil hasta la preparatoria, tiempo en el que presidió la sociedad de alumnos y formó parte del grupo estudiantil “Alfonso Reyes”.
Destacó en la oratoria llegando a triunfar en el certamen nacional de 1929 organizado por el periódico El Universal. Dirigió la revista universitaria Rumbo, y se recibió de abogado en la UNAM en 1938, con mención honorífica. En la capital del país se desenvolvió entre catedráticos y escritores, pues su vocación profesional se mezclaba entre la cátedra y las letras. Fue miembro de la Generación Literaria denominada Barandal, junto a José Alvarado Santos , Octavio Paz, Rafael López, y Salvador Toscano. Haciendo equipo con José Alvarado y Juan Manuel Elizondo, inició un movimiento tendiente a la formación de lo que es hoy día, la Universidad Autónoma de Nuevo León, objetivo que se cumplió y le dio satisfacciones vitalicias. Cuando aún estaba en la capital, Rangel Frías fue invitado por don Alfonso Reyes a ingresar al Colegio de México, pero decidió regresar a Monterrey a la cátedra de derecho, y aceptó trabajar en la jefatura del departamento de acción social universitaria, invitado por el rector Enrique C. Livas Villarreal, dando el primer paso por el camino que le llevaría a la rectoría de nuestra máxima casa de estudios universitarios en 1949. Ya con semejante oportunidad, Rangel Frías la aprovechó creando espacios de cultura como la Escuela de Verano, la revista Armas y Letras, la revista Universidad de publicación semestral; además las facultades de Filosofía y la de Matemáticas, así como el taller de Artes Plásticas. Desde tan importante sitial educativo empujó la construcción de la Ciudad universitaria, proyecto que pudo cristalizar cuando alcanzó la gubernatura del estado en 1955.
Hasta la fecha, leer textos de Rangel Frías es zambullirse en un mar de conceptos e ideales propios de un hombre con aptitudes literarias de grandes vuelos que, sin embargo, las dejó en segundo plano por servir a su estado gobernándolo y trabajando por la educación pública. El humanista regiomontano Raúl Rangel Frías murió a los ochenta años de edad, en abril 8 de 1993, siendo gobernador Sócrates Rizzo y tesorero del estado, su hijo Raúl Rangel Hinojosa. La Universidad Autónoma de Nuevo León, en un acto de justicia, bautizó con su nombre la Biblioteca Magna, y el municipio de Monterrey hizo lo propio con una importante avenida llamada Raúl Rangel Frías. Del grupo de jóvenes rangelistas, aún quedan algunos, como es el caso de Francisco Valdés Treviño, historiador cuya obra se enfoca básicamente a honrar la obra del Maestro Rangel Frías.
