08/May/2024
Editoriales

La Moral y la Moraleja

 

La moralidad es una doctrina que actúa como fuerza interna dictando órdenes que no puede regular la ley, basada en el entendimiento, no en los sentidos, por lo tanto los actos morales jamás podrán ser juzgados jurídicamente.

Sin embargo, la moral se bambolea al ritmo de la moda, pues actitudes y hechos que eran inmorales ahora no lo son, y al revés, lo que ahora es inmoral, antes no lo era, pues la existencia de los derechos humanos, equidad de género, y ecología, por decir algunos, son nuevos en nuestra cultura. 

La palabra moral viene del latín moralis y según Cicerón proviene a su vez del griego ethikós. La palabra latina se formó a partir de moris (Costumbre, modo de vida): “O tempora, o, mores!, que se traduce: Oh tiempos, oh costumbres, conocida frase del mismo Cicerón pronunciada en una de sus catilinarias. 

Actualmente moral es algo que pertenece o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia, y no pertenece a los sentidos por ser de la apreciación del entendimiento de la conciencia. 

Y como tampoco concierne al orden jurídico sino al fuero interno o al respeto humano, puede dársele el trato de ciencia del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. 

Un ejemplo reciente es el hecho de mentir que, hasta hace poco en México, era una inmoralidad en todos los casos, y mucho más grave si el mentiroso (a) fuera funcionario (a) público, como lo es en la gran mayoría de las naciones modernas.

Pero en nuestro México actual, tal parece que es un asunto aceptado por la moral, pues quien lo practica, es favorecido con la aprobación popular.

En nuestro país es famoso el uso que le da en su libro de Memorias el legendario político potosino Gonzalo N. Santos “El Alazán tostado” cuando define a la moral como el árbol que da moras. 

Sin embargo, el término ‘moraleja’ que es la enseñanza de los cuentos o anécdotas, posiblemente sirva en su momento, para que la mentira regrese a ser inmoral.