El Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, destacó que la cincuentena pascual que estamos viviendo, nos llama a celebrar la alegría de la resurrección, de la vida nueva que nos ha dado el redentor de la humanidad Jesucristo, nuestro Señor.

 Cabrera López señaló que esta invitación es permanente, no puede reservarse a unos cuantos días. Es la máxima celebración de la Iglesia, de todos los cristianos, por lo que no debemos permitir que la gracia que Dios nos brinda se vea opacada por nuestra indiferencia y falta de compromiso.

 En esta Pascua, tendremos la oportunidad de reflexionar en las bondades de Dios para con su pueblo y que mejor que este domingo nos corresponda celebrar la misericordia divina. Desde el año 2000, el Papa San Juan Pablo II, instituyó esta fiesta el segundo domingo de pascua invitándonos a recordar y agradecer este gran don.

 Este año, se conmemoran los 90 años de la aparición de nuestro Señor a Santa Faustina Kowalska, religiosa a quien el Señor le pidió que recordará a todo el mundo que él es misericordia infinita, que podemos acercarnos confiadamente a él para recibir su amor y su perdón.

 Esta fiesta, especialmente en este tiempo de pandemia, es un verdadero alivio que nos debe llenar de alegría, ya que hace presente el amor infinito que Dios nos tiene y que nos pide vivir entre nosotros.

 Ante los embates cotidianos, es necesario vivir sinceramente la misericordia, la cual debe ser el sello distintivo de todo cristiano, abriendo nuestro corazón a las necesidades de los hermanos, buscando vivir la compasión sincera, dejando de lado las diferencias que, con el paso del tiempo, hemos ido incrementando en la sociedad.

 Les invito a que, durante este tiempo, reforcemos en cada uno de nosotros esta cualidad, disponiéndonos a ser verdaderos apóstoles de la misericordia divina, estando atentos a la voz de quienes nos piden ayuda, procurando socorrerlos no solo en sus necesidades materiales, sino escuchándolos y dándoles el lugar que se merecen como hermanos en Cristo.

 Asimismo, y ante la aplicación de las vacunas a los adultos mayores, para prevenir el contagio del COVID-19, el arzobispo de Monterrey dijo quiero animar a todos los hermanos mayores a que acudan a los centros en donde se está llevando a cabo esta actividad de manera organizada. Es importante que lo hagamos, es por nuestro bien. Si bien existen algunos hermanos mayores que manifiestan su temor de recibir la vacuna, por tantas noticias falsas que se han propagado, quiero pedirles que no hagan caso a esas notas que lo único que buscan es confundir.

 El Papa Francisco ha recibido la vacuna desde hace tiempo y un servidor lo hará también conforme a la organización que ha marcado la autoridad correspondiente.

 Finalmente deseo invitarles a ofrecer sus oraciones por los Obispos de México. El día de mañana, Dios mediante, iniciaremos los trabajos de nuestra Asamblea Ordinaria de forma virtual. Pidan por nosotros, para que nunca olvidemos que nuestra misión es conducir al rebaño que nos ha sido encomendado y que los hagamos con docilidad y compromiso, nunca buscando un protagonismo fugaz, siendo siempre conscientes de nuestra responsabilidad ante Dios y ante su pueblo, haciendo vida el Evangelio, desde la Iglesia, en la sociedad, concluyó el Arzobispo Rogelio Cabrera López.