05/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Diciembre 31 de 2009: muere en Monterrey, el líder obrero y político, Juan Manuel Elizondo Cadena, a la edad de 99 años y 10 meses. Nacido en Buenaventura, Coahuila, en marzo de 1910, allá aprendió sus primeras letras, y a la edad de doce años vino a Monterrey para estudiar en el Colegio Civil. En esa histórica institución educativa coincidió en sus afanes estudiantiles con otros dos jóvenes que juntos los tres construirían la posibilidad de que existiera en Nuevo León una Universidad pues entonces existían pocas escuelas de educación superior en el país, y para obtener un título universitario registrado ante la SEP se debía estudiar en Ciudad de México, o en universidades norteamericanas y despues revalidarlo.

Sus compañeros Raúl Rangel Frías y José Alvarado Santos, junto a Juan Manuel Elizondo fueron reconocidos como los primeros estudiantes impulsores de la hoy ampliamente prestigiada Universidad Autónoma de Nuevo León. Juan Manuel Elizondo tenía adicionalmente, vocación de periodista, que descubrió al ver su facilidad para escribir ideas que, en su politizado y fogoso discurso, le abrieron la puerta de las organizaciones nacionales de las Juventudes Vasconcelistas participando en la campaña presidencial de José Vasconcelos como “jilguero”, comentaba el propio Elizondo. Al mismo tiempo su destacada participación política le valió ser invitado a participar en el Partido Comunista y en el gremio minero, al cual organizó junto a otros grandes líderes conformando el ahora poderoso Sindicato Nacional de Mineros, institución política y de representación obrera que dirigió a nivel República Mexicana y que, a su vez, le permitió desarrollar una importante carrera política, siendo senador de la República de 1946 a 1952. Con esa representación fundó en 1948 al lado del gran líder obrero Vicente Lombardo Toledano, el Partido Popular, y dirigió La Carta de México, una aguerrida publicación que se distinguió por su ácida crítica, siendo precursora de algunas revistas actuales de denuncia. Fue pionero de las bancadas legislativas de izquierda en el Congreso de la Unión, y sus participaciones en tribuna marcaron línea del pensamiento orientado a la ideología socialista con vínculos internacionales.

Sus experiencias políticas incluían un par de condenas en cárceles por activismo político. Pero su jovial presencia física e intelectual impresionaba, siendo invitado a impartir conferencias hasta los últimos días de su larga vida. Sus conferencias eran acerca de los temas nacionales relevantes como el agua, la energía, etcétera. Fue premiado con la Medalla al Mérito Cívico del Gobierno estatal, la Alfonso Reyes de la UANL, igual recibió el Primer Trofeo Regio y distinciones como aparecer después de su muerte en un monumento sentado en una banca junto a sus amigos Rangel y Alvarado, frente a la Rectoría de la UANL. La clase política nuevoleonesa tenía en Juan Manuel Elizondo a un asesor de alto nivel, y no extrañaba verlo sentado bebiendo café con lo más granado de la política local.