Los Beatles se presentaron en el Odeon de París el día 17 de enero de 1964. El concierto de esa noche se había llevado a cabo con toda tranquilidad, pues el sonido estuvo fenomenal, y el público se comportó razonablemente bien.
Sin embargo, atrás del escenario comenzó un fuerte enfrentamiento. Uno de los fotógrafos de la fuente, quiso tomar unas gráficas exclusivas y al darse cuenta los demás de la treta, se le echaron encima, y pronto la pelea saltó al escenario. George tuvo que correr al otro extremo protegiendo su guitarra, y Paul dejó de cantar para pedir calma.
La policía, como suele suceder, complicó más las cosas, pues su ingreso a la sala generalizó la pelea y todo se volvió un desastre. En consecuencia, las fotografías y notas del evento fueron enfocadas a los incidentes, más que a la actuación de los chicos de Liverpool, algo que, desde luego, les dejó un mal sabor de boca.