Respeto mucho a quienes escriben con letras mayúsculas o letras altas. Nunca he podido hacerlo porque las siento monótonas, y pronto me aburren por parecerse entre sí con su mismo perfil.
En cambio las minúsculas o letras bajas tienen cada una su propia personalidad y sin necesidad de recorrerlas todas, se puede saber -o adivinar- qué palabra forman.
Aprendí en mi niñez a escribir con letra cursiva, aunque en la facultad de Ingeniería Civil el maestro de dibujo arquitecto Carlos de Zamacona y Escandón, nos enseñó a escribir con letra de molde, continúo utilizando la cursiva.
Desde luego que hay quienes piensan diferente, que las letras mayúsculas son más interesantes, y creo que lo ideal es escribir con una combinación de letras altas y bajas; algo que recomienda la clásica ortografía española.
Nuestro precioso idioma castellano tiene muchísimos meandros que le dan una suerte de enigma atractivo para cualquier persona con curiosidad cultural.
El inicio de una frase o luego de un punto y seguido, siempre debe escribirse con mayúscula, y si esa misma palabra se utiliza después, se escribe con minúscula.
Pero hay otros casos más atractivos de palabras que al escribirse con altas (mayúsculas) significan una cosa y cuando se escriben con bajas (minúsculas) significan otra cosa.
El clásico ejemplo es la palabra “levante”. En sus dos principales acepciones, su distinción es escribirse con mayúscula inicial o con minúscula. Cuando se escribe Levante se está refiriendo al punto donde sale el sol, el oriente -donde levanta el día, decía mi padre-, o incluso hay una zona geográfica que así se llama, que es la que ocupan los antiguos reinos de Valencia y Murcia en España, y la costa mediterránea de Asia (Siria, Palestina, Israel, Chipre).
Así se debe escribir: “viajábamos en el auto que rentamos por la península española y nos dimos cuenta que un ruido ensordecedor provenía de la zona de Levante”.
Pero cuando uno se quiere referir al viento que también proceda del oriente, se escribe con minúsculas -levante-.
En nuestra ciudad el viento dominante viene del oriente y cuando viene del norte pronostica aire fresco o de plano helada. Aunque aquí no se acostumbra decirlo, es correcto escribir que “llegaba un suave y tibio viento de levante…”
La importancia de usar bien las llamadas también “altas y bajas”, que es “mayúsculas y minúsculas” es grande, así que hay que utilizarlas adecuadamente, y por eso es mucho más atractivo escribir con altas y bajas.
