05/May/2024
Editoriales

Las epidemias en Roma

Las enfermedades masivas conocidas como epidemias o pandemias, según sea su grado de expansión, han acompañado a la humanidad siempre. Hay cualquier cantidad de obra escrita que las describen, y de Roma, por supuesto que abundan, dado el vasto territorio que gobernaba. El emperador Lucio Vero, corregente de Marco Aurelio, llegó a las fronteras orientales del Imperio con cien mil hombres en el año 162 DC, y pareciera que este señor estaba destinado a llevar la muerte a todas las provincias por las que pasaba durante su marcha de regreso de Oriente, e incluso a la propia Roma.

Hay poca información de la epidemia que surgió en ese momento histórico, pero piensan algunos autores que muy probablemente haya sido de viruela (¿O Antonina?), y se dice que surgió en Babilonia, cuando un vapor pestilente escapó de un cofre de oro que un soldado reventó en el tempo de Apolo. Desde allí se propagó por Partia y por todo el mundo, dice el libro Historia Augusta, Vida de Vero 8. De lo que hay pruebas es que en 165 DC el ejército romano trajo consigo la enfermedad. Misma que circuló por el mundo romano durante ¡veinticinco años! Matando a ¡seis millones de personas!, que significaba un diez por ciento de la población de todo el Imperio romano, incluyendo en 169 a Lucio Vero. Es probable que el propio Marco Aurelio haya muerto en el año 180 a causa de la epidemia, así como casi todos los esclavos, y parte de la población civil. Cuando agonizaba, Marco Aurelio dijo: “No lloréis por mí. Pensad en la enfermedad y la muerte de otros tantos”.