05/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Noviembre 1º de 1830: Muere en la hoy ciudad de Guadalupe, a los 71 años de vida, el brillante abogado y político Alejandro de Treviño y Gutiérrez. Nació en la Hacienda de San Antonio, hoy Marín, el 22 de febrero de 1759, estudiando en el Seminario de Monterrey, luego en el Colegio San Felipe Neri de San Miguel el Grande, Guanajuato.

En 1789 egresó de la Escuela de Derecho en Universidad de México y se tituló de Abogado. Durante su estancia en San Miguel de Allende (antes San Miguel El Grande), casó con Purificación de la Peña, y regresó a Monterrey en 1818. Ya en su tierra comenzó a destacar como abogado y político, siendo regidor de Monterrey.

Y en 1820 fue electo alcalde y después en 1822 igual se desempeñó en esa destacada posición política. Sin embargo, su carrera fue muy amplia, y cuando estaba por segunda vez de alcalde lo nombraron gobernador interino. Fundó la Escuela de Jurisprudencia en 1824, acto que le significó un reconocimiento generalizado que pervive hasta la actualidad. Cuando Treviño tenía su carrera en pleno apogeo, nació a la vida institucional el Estado de Nuevo León y fue nombrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, cargo que ocupó siempre. Acaso, su único contrapeso era el doctor José Francisco Arroyo, diputado y presidente del Congreso estatal. El reconocimiento del gremio estatal de los abogados es tanto que en la explanada del Tribunal Superior de Justicia existe un monumento en su memoria, y en la Universidad Autónoma de Nuevo León, se le recuerda anualmente como el autor de la Primera Cátedra de Derecho en nuestra entidad federativa.