Un sujeto llamado Spaulding era muy incisivo cuando de investigar a alguien se trataba. Cierta vez encontró a un hombre en una estación del tren y luego de analizarlo, le abordó.
Spaluding: _Sabe, conocía a un tipo que era exactaente igual a usted, se llamaba…, mmm,… ah, así, Emanuel Ravelli. ¿es usted su hermano?
Ravelli: Yo soy Emanuel Ravelli.
Spaulding: ¿Es usted Emanuel Ravelli?
Ravelli: Yo soy Emanuel Ravelli.
Spaulding: Bueno, no es de extrañar entonces que sea igual a él… aunque sigo insistiendo en que hay un parecido.
Groucho Marx