07/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 16 de 1958: muere en Ciudad de México, el músico José Pablo Moncayo García, autor del “Huapango de Moncayo”, melodía que es una especie de segundo himno nacional. Moncayo nació en Guadalajara el 29 de junio de 1912, en el hogar de Francisco Moncayo Casillas y Juana García López. Desde la edad de 14 años mostró una clara vocación musical y para aprender esta especialidad del arte, se fue a la ciudad de México, en donde en 1929 estudió música -acentuada en piano- en el Conservatorio Nacional de Música. Antes, habíase iniciado “profesionalmente” tocando piano en diversos cafés y bares de la capital por necesidad económica, hasta que fue aceptado como percusionista en la Orquesta Sinfónica Nacional que dirigía Carlos Chávez.

El consecuencia fue discípulo de Carlos Chávez, Miguel Valdez, Candelario Huízar y del compositor Aarón Copland, gracias a una beca del Instituto Berkshire. 

De 1949 a 1954 tuvo el honor de dirigir la Orquesta Sinfónica Nacional. Desde luego que sus composiciones son fabulosas, pero es indiscutible que su pieza magistral más conocida es el bello y colorido Huapango de Moncayo, que ha representado a México en diversos foros internacionales, y en nuestro país se considera nuestra melodía más emblemática.

Claro que la inspiración del gran Moncayo nos dejó de herencia música otras piezas que contienen también mucho nacionalismo y de gran calidad. 

Cuando murió en 1958 -fecha que hoy conmemoramos en esta efeméride- sobrevino coincidentemente el declive del movimiento nacionalista mexicano en muchos aspectos, pues inició el repecho del llamado “Milagro Económico mexicano”. El tema nacionalista pasó de moda, para dar paso a composiciones de música tal vez de la misma calidad, pero sin el contenido mexicano que Moncayo imprimía a todas sus piezas. Entre las melodías de este gigante de la música mexicana destacan por su perfección: Amatzinac, para flauta y cuarteto de cuerdas; Sinfonía; Sinfonietta; y Homenaje a Cervantes, para dos oboes y orquesta de cuerdas. También tiene música para ópera y La Mulata de Córdoba, como Tierra de Temporal y El Ballet Tierra, estrenada en las postrimerías de su vida en 1958, estas son sólo algunas melodías que nos deja este enorme compositor de música mexicana. A sesenta y cinco años de su partida, hoy recordamos al inspirado tapatío Pablo Moncayo.