08/May/2024
Editoriales

Empujar los proyectos sin prisas pero sin pausas

Un Ingeniero amigo, por una causa fútil, dejó de avanzar en una construcción suspendiéndola por más de un año, creyendo que cuando reiniciara los trabajos estaría en las mismas condiciones que la había dejado.

 Tras dieciocho meses de abandono regresó, y lo que encontró eran ruinas de una obra que apenas estaba edificándose.

Iniciar una tarea y suspenderla antes de terminar, o continuarla intermitentemente, jamás tendrá un buen final.

 Las actividades humanas requieren continuidad, pues funcionan con el mismo principio de las bicicletas cuando están avanzando, que obedecen a las Leyes de Foucault.

La primera de esas leyes dice textualmente: _Todo cuerpo en rotación seguirá moviéndose en el mismo plano mientras conserve el impulso.

 En el caso de las bicicletas en movimiento, cada una de las ruedas genera un campo de fuerzas girostático y, gracias a ello, mientras las ruedas, o un aro cualquiera sigan girando alrededor de su eje de rotación, se mantendrán avanzando verticalmente en su caminar, y en la medida que aumentan su velocidad, caminarán mejor y más derechas.

 Pero si las ruedas de esa bicicleta, o el aro mencionado, o nuestro mismo Planeta dejaran de girar sobre su eje de rotación, sobrevendría una grave desestabilización y todo se derrumbaría.

 Por eso, antes de iniciar un trabajo debemos asegurarnos que tenemos los elementos necesarios, y estamos decididos a terminarlo, pues lo que más se requiere es constancia.

Quien quiera viajar en una bicicleta debe pedalearla sin pausas, o sería mejor no subirse a ella porque la caída será muy fuerte… y esto vale para todo en la vida.