06/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Diciembre 31 de 1899: nace en Santiago Papasquiaro, Durango, Silvestre Revueltas, quien sería músico excepcional, violinista y compositor. Su familia es un conjunto de ilustres mexicanos, artistas e intelectuales, que se significaron por su compromiso político. Silvestre fue el mayor de sus hermanos Fermín, José y Rosaura. Tomó un camino diferente al de su hermano José, por ejemplo, quien destacó en la literatura, pues Silvestre, desde la edad de siete años ya estudiaba solfeo, y a los ocho interpretaba melodías propias con una flauta y dirigía una orquesta de niños, a los que les pagaba con dulces de la confitería de su padre. Estudió violín en Colima, instrumento que le abrió las puertas a la música, aunque sus rutas fueron diversas; coincidieron él y sus hermanos en una sólida vocación nacionalista. En 1913 fue discípulo del maestro violinista José Rocabruna, y al mismo tiempo, de Rafael J. Tello, en materia de composición musical. Terminó sus estudios con las más altas calificaciones, y comenzó a dar conciertos en México, así como en Estados Unidos.

En Chicago Musical College fue alumno de 1918 a 1922 del excepcional maestro Félix Borowsky, y después de ello compuso su primera melodía en un estilo totalmente debussyano, aún desconociendo la música de este paladín del impresionismo musical. En 1928 fue nombrado subdirector de la Orquesta Sinfónica de México fundada por Carlos Chávez, y para 1929 ya estaba  instalado como catedrático en el Conservatorio Nacional de Música. Silvestre Revueltas tuvo una participación activa en la política española, pues participó en la Guerra Civil de ese país, defendiendo el punto de vista de los republicanos, al ofrecer conciertos en numerosos frentes republicanos, como Madrid y Barcelona, cuando ambas ciudades sufrían criminales bombardeos. Su obra musical es extensa y con marcado espíritu mexicano, pues representa aún a México en muchas salas de concierto alrededor del mundo. Compuso sinfonías, ballets, música para obras de teatro y películas, como Cuauhnáhuac, y canciones como Janitzio, La coronela, Redes, Sensemayá y La Noche de los Mayas. Muy joven, a los 41 años de edad, enfermó de neumonía y murió en Ciudad de México este notable artista que supo colorear la música con luz y ritmo impresionistas. Dato curioso es que cuando murió se estrenaba su ballet infantil El Renacuajo Paseador. El genio de Silvestre Revueltas debe ser ejemplo a seguir de nuestros jóvenes artistas, no sólo músicos, sino de todos aquellos cuyo espíritu sea innovador para que se inspiren, pues el talento no tiene nacionalidad; los nuestros están a la misma altura que los mejores artistas del orbe.