A los dieciséis años Nat King Cole ya tocaba en un grupo de Jazz, aunque era suplente, le reconocían su versatilidad, pues en la iglesia donde su padre era ministro, tocaba el piano muy bien. En 1938 –a los 19 años- formó en Los Ángeles el primero de los tríos “Nat King Cole”, en los que cantaba y afirmaba su talento de pianista, pero ya con el estilo del swing. En 1944 su trío tuvo su primer gran éxito con la canción “Straighten Up and Fly Right”. Luego vinieron Mona Lisa y Christmas Song, en las que su melodiosa voz eclipsó por completo su actividad pianística. Fueron grandes éxitos, aunque hubo de sufrir los problemas raciales de la época: en un concierto suyo en Birmingham –en 1954- un grupo del Ku Klux Klan irrumpió en el escenario y acabó con el evento. Cuando quiso comprar una casa en un barrio elegante de Jóligud, los vecinos se organizaron para que no se la vendieran por ser “persona indeseable” al ser de color. Su respuesta fue ingeniosa: _Tienen razón, cuando me mude a mi nueva casa, me uniré a ustedes para evitar que eso suceda. En 1957 su programa televisivo The Nat King Cole de la NBC abrió las puertas a los afroamericanos convirtiéndose en un experimento social al ser el primero dirigido por un afroamericano. Sin embargo, varios anunciantes retiraron su publicidad y varias estaciones filiales sureñas se negaron a pasar su programa, al grado que en 1958 fue cancelado, pues Nat se atrevió a tomar del brazo a una artista blanca que participaba en su show. Pero al año siguiente, en 1958, Nat grabó algunas canciones en español, catapultando su carrera en toda América Latina, pues se acompañaba con orquesta y mariachis mexicanos. Desafortunadamente fumaba mucho, lo le quitó brillo a su voz y después le provocó cáncer, muriendo de esa infeliz enfermedad en 1965, a los 45 años de edad. En 1991, su hija Natalie obtuvo un premio Grammy por su álbum Unforgettable With Love, una antología musical en la que ella interpreta los grandes éxitos de su padre. Millones de espectadores vieron estupefactos cómo la hija cantaba a dueto con su padre en un arreglo de video. En lo personal me gustaba su interpretación de “Aquellos ojos verdes”, “Acércate más”, “Perfidia” y “Quizás, quizás, quizás”. Su voz no era potente y no hablaba castellano, pero ‘quizás’ su atractivo era el estilo suave y desenfadado que lo caracterizaba.