05/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 26 de 1952: Muere a los 47 años de edad en Ciudad de México, el ex gobernador Arturo Bonifacio De la Garza y Garza, uno de los grandes gobernadores que ha tenido Nuevo León. Nació el 14 de mayo de 1905, titulándose de abogado en 1933 por la Universidad de Nuevo León. Su carrera en el servicio público se caracterizó por ser abanderado del cambio, pues los tiempos así lo exigían. Participó destacadamente en el Poder Judicial así como en diversas administraciones municipales hasta que su amigo Bonifacio Salinas Leal fue candidato a la gubernatura, y lo nombró coordinador general de campaña. Al triunfo de BSL, De la Garza accedió a la Secretaría General de Gobierno, siendo el operador político durante esa administración. En 1943 renunció a ese sitial para ser precandidato a la gubernatura, triunfando en una de las primeras elecciones internas del actual PRI, mismas que se distinguieron por la imparcialidad que mostró el gobernador Salinas Leal. De la Garza dejó en el camino a los otros dos precandidatos: Jesús Z. Martínez y Jesús de la Garza. La talla de estos políticos -el primero era titular de la policía del DF; y el segundo un ex ministro cercano al presidente Ávila Camacho-, explica la actitud del gobernador BSL. De la Garza casó con la señorita Morena González procreando una familia integrada por Lucas, Arturo, Morena, Félix, Arnulfo y Dolores De la Garza González, quienes serían personajes destacados en la sociedad neoleonesa. Su triunfo en la contienda interna del PRI fue sólo el inicio de los cambios que le esperaban, pues al ganar la gubernatura, el suyo fue el primer periodo sexenal de la historia.

Durante su gobierno hubo cualquier cantidad de cambios en el ámbito federal, con la creación de instituciones que, como el IMSS, reagruparon a la sociedad. Su gobierno se distinguió por la consolidación de los gremios magisteriales, de los trabajadores del estado y de los productores agrarios. En su sexenio la Universidad de Nuevo León obtuvo sus presupuestos más importantes gracias a una nueva ley orgánica impulsada por De la Garza, y las obras de gobierno proliferaron, especialmente los caminos rurales para conectar a todas las cabeceras municipales. Un acto importante para el estado, capitaneada De la Garza capitaneó, fue adquirir para el gobierno estatal, la empresa Servicios de Agua y Drenaje, que era propiedad de una trasnacional canadiense, que estaba proporcionando un servicio de abasto de agua intermitente y elitista. Para esta operación, De la Garza contó con el apoyo decidido del gobierno federal y de toda la población que, entusiasmada, aplaudió tal medida. El gobernador Arturo B. de la Garza aseguró un buen futuro al gremio de los ganaderos dotándolo de un predio propio en Ciudad Guadalupe, que se destinó a ser la sede oficial de la Unión Ganadera Regional de Nuevo León, y al mismo tiempo un digno espacio en dónde realizar la Exposición Ganadera anual, una de las ferias más grandes e importantes del país. Entregó el gobierno al doctor Ignacio Morones Prieto y siendo joven, murió de una afección cardíaca en un hospital de la Ciudad de México. Varias calles de la Ciudad Metropolitana llevan su nombre y se erigieron varios monumentos en su honor, mientras su descendencia tiene un sitio especial en la sociedad regiomontana.