06/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Noviembre 14 de 1939: Se prolonga por cuatro horas y veinte minutos un paro de trabajadores telefonistas en Monterrey. Este era el primero de los movimientos sindicales en las empresas estatales de servicio que trastocaba a casi todas las actividades productivas en la Ciudad, pues el servicio telefónico había llegado a Monterrey en las postrimerías del siglo XIX y automatizado en tiempos del gobernador José Vivanco, convirtiéndose en una herramienta indispensable para la industria y el comercio. Habían pasado tres años de la histórica huelga en la Vidriera Monterrey, que desató una serie de movimientos laborales que culminaron con una balacera en plena Plaza Zaragoza donde resultaron obreros muertos y heridos, por lo que en Monterrey había temor a las movilizaciones de trabajadores protestando contra las condiciones de trabajo. Regresando a los telefonistas, luego de varias pláticas conciliatorias entre los representantes de la Compañía Telefónica Mexicana y del Sindicato de Telefonistas -fundado en la Ciudad de México en 1915-, se pudo llegar a un acuerdo que dejó satisfechas a ambas partes, reanudándose el servicio. El general Bonifacio Salinas Leal -último militar que fuera gobernador- estaba estrenando su puesto, ya que en octubre pasado había recibido la estafeta del general Anacleto Guerrero Guajardo. Salinas no tenía injerencia en el conflicto por ser de la esfera federal, pero estuvo al pendiente de las pláticas conciliatorias, por conducto del secretario general de gobierno, Arturo B. de la Garza.