25/Apr/2024
Editoriales

Abril 02 de 1903: Sucede en Monterrey una matanza en plena Plaza Zaragoza.

Abril 02 de 1903: Sucede en Monterrey una matanza en plena Plaza Zaragoza. El presidente Porfirio Dí­az tení­a una excesiva permanencia en el poder, con reelecciones automáticas de 1876 a 1910, a excepción del periodo 1880 – 1884 cuando su compadre Manuel González estuvo despachando en Palacio Nacional.

Sus antecedentes de estupendo militar eran subrayados por su gobierno, recordando que el 2 de abril de 1867, consiguió rescatar a la ciudad de Puebla que el ejército invasor francés tení­a secuestrada. El control polí­tico que ejercí­a en el paí­s era absoluto, y para ello contaba con gobernadores de los estados leales a su dictadura. Entre ellos estaba el de Nuevo León, general Bernardo Reyes, oriundo de Jalisco y que gobernó de 1885 a 1909.

Cada año Dí­az ordenaba a los gobernantes locales que festejaran en todo el paí­s el aniversario de la batalla del 2 de abril, tanto como se hací­a con el 16 de septiembre, Dí­a de la Independencia. En 1903 coincidió que el gobernador Bernardo Reyes debí­a cumplir con el requisito de triunfar en otra reelección, y habí­a un movimiento local encabezado por Francisco E. Reyes, que buscaba competir por la gubernatura. Ese dí­a 2 de abril, como parte de su campaña, partió de la Alameda Porfirio Dí­az –hoy Alameda Mariano Escobedo- un contingente de 12 mil nuevoleoneses que apoyaban al candidato opositor, recorriendo las calles de Washington, Roble –hoy Juárez- y Matamoros, rumbo a la Plaza Zaragoza.

El gobernador Bernardo Reyes les habí­a pedido que abandonasen la idea de manifestarse en favor del licenciado Francisco E. Reyes y mejor lo hicieran para festejar la batalla histórica y en apoyo a su reelección, pero los manifestantes siguieron adelante con su plan. Bernardo Reyes ordenó a los alcaldes de los pueblos cercanos que se presenten en Monterrey con cincuenta hombres armados cada uno, orden que se cumplió, y el dí­a de la manifestación se subieron francotiradores a las azoteas del Palacio Municipal, del Casino Monterrey y de la casa comercial "Maí­z Hermanos".

Al llegar la manifestación a una tribuna que habí­an instalado entre Palacio Municipal, la Plaza Zaragoza y la casa comercial mencionada, lugar desde donde debí­a dirigirse a la multitud el orador del evento, licenciado Vicente B. Treviño; los francotiradores dispararon sobre los manifestantes entre los que hubo quince muertos y muchos heridos. Además, el resto fue acusado de sedición terminando en prisión los licenciados: Nicolás Berezaluce, Vicente Garza Cantú, Eulalio San Miguel, Vicente B. Treviño, Francisco de P. Morales, Apolonio Santos, Esteban Horcacitas y Andrés Sánchez Fuentes; los pasantes de derecho: Galindo P. Quintanilla, Jesús Marí­a y Eugenio del Bosque y los señores Vidal Garza Pérez, Miguel Morales Zaragoza, Rafael Garza Martí­nez, Julio Galindo, Adolfo Duclós Salinas, Julio Morales, Gonzalo N. Espinosa, Anacleto N. Garza, Hipólito Dí­az, Epitacio Rodrí­guez, Luis Guajardo, Godofredo Obregón, José E. Meléndez y Amado Bocanegra. El candidato opositor huyó a la ciudad de México.

Ocho años después, el 25 de mayo de 1911, Porfirio Dí­az acabó renunciando a la presidencia y posteriormente –en la Decena Trágica- Bernardo Reyes cayó fulminado por una bala cuando intentaba derrocar al presidente Madero. La filosofí­a del gobierno de Bernardo Reyes era similar a la de su jefe Porfirio Dí­az: desarrollo económico a cambio de sacrificar derechos polí­ticos de la población. Hoy dí­a existen naciones como Singapur que tienen ese mismo sistema pero que, tarde o temprano, tendrán eventos como el que hoy recordamos.