La pandemia del COVID-19 ha restado fuerza a la lucha contra el VIH. El doctor e investigador Javier Ramos Jiménez señala dos situaciones que poco favorecen a esta batalla: el acceso restringido a los medicamentos y una menor difusión de la enfermedad en los medios en este 2020.
Los pacientes con tratamientos para controlar el VIH/Sida se han sumado a los daños colaterales generados por el COVID-19 en este 2020, al limitarse el acceso a medicamentos y a las pruebas rápidas de detección, entre otras situaciones.
Lo anterior lo afirmó el doctor Javier Ramos Jiménez, profesor e investigador de la Facultad de Medicina de la UANL, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Sida, enfermedad que en el 2021 llegará a los 40 años de la detección del primer caso.
“La presencia del COVID-19 ha trastocado el tratamiento de pacientes diagnosticados con VIH/Sida, sobre todo en el acceso a los medicamentos, servicios elementales, diagnósticos. Antes era muy fácil encontrar una prueba rápida, pero hoy están limitadas". Javier Ramos Jiménez, Profesor e investigador de la Facultad de Medicina de la UANL.
Ramos Jiménez dijo que entre el sector médico había temor sobre el futuro de los pacientes con la enfermedad ante la presencia del coronavirus, pero estudios realizados en China y en diferentes países europeos demostraron que los pacientes que han estado bien controlados y han tomado sus medicamentos en forma regular no presentan cambios significativos en su salud.
“El problema radica en los pacientes que no toman los medicamentos o están descontrolados y con problemas de diabetes, hipertensión”, aseguró Ramos, quien atendió los primeros casos de VIH en la entidad hace casi cuarenta años.
COVID-19 desplaza al VIH
Una de las preocupaciones del doctor Raúl Ramos Jiménez es que, al dejar de escuchar sobre el VIH en radio y televisión o de aparecer en redes sociales menos información sobre esta enfermedad, la sociedad crea que está controlada o que, incluso, ya no exista.
“El coronavirus ha desviado la atención de los medios, pero el VIH no ha desaparecido, por lo que se tienen que duplicar esfuerzos para seguir difundiendo entre la población actividades de prevención”, sentenció el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Ramos Jiménez incluso considera a la prevención como el gran reto del VIH y señala que, aunque hoy se tienen más y mejores medicamentos, se ha trasmitido una idea de complacencia hacia la comunidad.
“Ya no se habla como hace años y menos medios lo cubren. Eso transmite la impresión de que la gravedad de la enfermedad ya pasó o de que ya no existe. Aunado a que se ha relajado la prevención, incluyendo las acciones desde el gobierno”, externó el catedrático de la Facultad de Medicina de la UANL.
A 40 años del primer caso
Javier Ramos Jiménez relató cómo, durante una estancia de estudios en Texas, fue testigo de los primeros casos en Estados Unidos del VIH y la angustia de los médicos al no tener mucha información de la enfermedad.
“Ha sido una lucha con éxitos y con metas que no se han podido cumplir. Los primeros casos llegaban muy avanzados y no había método de diagnóstico. Fue hasta 1996 que el tratamiento triple se pudo extender y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, rememoró.
El investigador universitario asegura que para el 2019 se calcula que había más de 38 millones de personas infectadas por el VIH y alrededor de un 67% recibía ya un tratamiento antirretroviral, pero que han fallecido casi 40 millones de pacientes desde la detección del primer caso a finales de la década de los ochenta.
“Hoy siguen siendo tres medicamentos, pero ya no de 12 o 14 pastillas diarias que se tomaban en aquella época, ya que en la actualidad es solo uno o dos tratamientos triples, que además son cada vez más potentes. Hoy se tienen alrededor de 30 medicamentos y 3 mil combinaciones para atacar la infección”, refirió Ramos Jiménez.