Febrero 11 de 1936: se reúne en el Palacio de Gobierno de Nuevo León, el presidente Lázaro Cárdenas del Río con los representantes empresariales con motivo de la huelga de la Vidriera Monterrey. Desde el día siete anterior había llegado Don Lázaro en un tren especial para entablar conversaciones con los diversos segmentos de la sociedad regiomontana, que estaba preocupados por las nuevas disposiciones del gobierno federal que se reflejaban en las autoridades locales, con acciones que tendían a marcar línea política con tintes comunistas.

El evento que hoy recordamos se llevó a cabo en uno de los salones del Palacio de Gobierno a lo largo de tres horas. Los representantes de la iniciativa privada le dijeron al presidente que no trabajaban con la paz que estaban acostumbrados y que ese ambiente comunistoide podría terminar mal, en un enfrentamiento entre los factores de la producción. La respuesta de Cárdenas fue que estuvieran tranquilos, que para no tener problemas con sus obreros, la solución era mejorar sus salarios y condiciones de vida, lo que regresaría la paz laboral que tanto invocan. Dos días más tarde, Cárdenas regresa a la Ciudad de México, pero se queda “la víbora chillando” pues a los once días posteriores se crea en el estado Acción Cívica Nacionalista, para combatir al comunismo. De ese movimiento en donde estaban el Centro Patronal de Nuevo León y algunos sindicatos de la industria, se deriva posteriormente el Partido Acción Nacional en el estado.