Enero 9 de 2000: muere Celso Garza Guajardo, historiador, líder de cronistas, escritor y soñador que moldeó voluntades en favor de la conservación de los valores regionales. Nace en Sabinas Hidalgo, el 13 de mayo de 1943, hijo de Celso Garza Ríos y Josefina Guajardo, quienes procrearon otros 10 hijos.
Profesional de la educación formado en su tierra natal, Celso egresa de la Escuela Normal Pablo Livas el año de 1961, y posteriormente estudia en la Normal Superior del estado, especializándose en ciencias sociales. Desde joven tuvo inquietudes políticas, militando en el partido comunista, organizando el Primer Festival de la Juventud y Estudiantes por la Paz, la Amistad y la Liberación Nacional, los días 13, 14 y 15 de abril de 1963, mismo que terminó en represión, conocido nacionalmente como "El Sabinazo".
Como co-organizador estaba el profesor y ahora historiador Arturo Delgado Moya, entre otros estudiantes activistas. Celso se va a vivir a la ciudad de México convocado por el Partido Comunista, en donde destaca por su capacidad creativa en el discurso ideológico, y organizativa de eventos políticos. Viaja a la URSS y desata su gusto por conocer mundo, yendo a ver de cerca naciones de Europa, ífrica, Asia, América Latina y el Caribe que había estudiado.
En esa época siempre busca la oportunidad de visitar –de paso entre un destino y otro- a su natal Sabinas y desde luego a su familia y amistades. Regresa a México y escapa de terminar muerto en la matanza de 1968, pero hubo de esconderse por un tiempo en el bajío mexicano. En 1969 casa con Teresa de Jesús Acuña, lo que le da otra perspectiva de la vida, de tranquilidad y regresa a Nuevo León en 1970. Su maestro Timoteo L. Hernández le apoya con un empleo de maestro y el profesor Israel Cavazos le da cabida en el Archivo General del estado, iniciándose como historiador y cronista.
Se dedica en cuerpo y alma, aprovechando su bagaje cultural adquirido en sus estudios, viajes y participación política, a escribir la historia regional, ingresando a la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística, en 1971. Posteriormente, le abren espacio para que de cátedra en la Normal Superior del estado, y crea la revista "Cultura y Sociedad". En 1973 edita su primer libro de historia: El Real de Minas de Santiago de las Sabinas, tirado en la imprenta del maestro Alfonso Reyes Aurrecoechea. Se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras, al tiempo que es nombrado asesor del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y responsable del acervo bibliográfico de la Capilla Alfonsina.
El Rector Alfredo Piñeyro, lo comisiona para crear el Centro de Información de Historia Regional (C.I.H.R.), del cual es su primer director, y desde ese sitial apoya la organización del Museo de Historia Regional de Sabinas Hidalgo, y el estudio "El Ojo de Agua de Sabinas Hidalgo". El alcalde sabinense Eloy Treviño lo nombra Cronista del Municipio, siendo el primer nombramiento otorgado por un cuerpo edilicio de esa municipalidad.
En la década de los ochenta inicia y termina el estudio sobre la vida de Catarino Garza, escribiendo el libro "En busca de Catarino Garza", lo que le vale ser recipiendario del premio a la Investigación de Ciencias Sociales de la UANL, y el año 1984 le otorga la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística la Medalla al Mérito Histórico "Capitán Alonso de León". En 1989, el C.I.H.R. se reubica para quedar en la Hacienda San Pedro en Zuazua, N.L., y el 29 de marzo de 1990, se inaugura este recinto como Unidad Cultural Universitaria.
Escribe crónicas de su municipio desde 1983 hasta 1991, bajo el título "Aquellos años que soñé", de gran valor histórico y sentimental. Nombrado director de Interacción Municipal e Investigaciones Históricas de la subsecretaría de Cultura, en 1992 inicia en La Casa de la Cultura, el programa "jueves de la Crónica", que encamina a la búsqueda de historias de los barrios, rescatando tradiciones y costumbres de los municipios del Estado. Participa en el Patronato Monterrey 400, como responsable de la comisión de historia, creando la Cápsula del Tiempo, concepto que permite guardar objetos de tiempo actual, preservados de los elementos agresivos para ser estudiados en el futuro. Celso Garza Guajardo fue un profesional que lo mismo daba conferencias, que escribía crónicas, que editaba libros o daba clases. Muere joven, con sólo 57 años de fructífera existencia, el 9 de enero del año 2000, se cierra la crónica de una vida plena de historia y cultura. La Universidad Autónoma de Nuevo León bautizó con su nombre a la Hacienda San Pedro, sede de su obra, el Centro de Investigaciones y de Historia Regional.