Julio 3 de 1943: muere en San Antonio, Texas; el ex gobernador, ingeniero Francisco A. Cárdenas. Francisco Atenógenes Cárdenas Villarreal, nació en el municipio de Abasolo, Nuevo León; en 1879, siendo hijo de José Cárdenas y de Virginia Villarreal.
Estudió en Monterrey hasta el nivel bachillerato en el Colegio Civil y terminó sus estudios de ingeniería con especialidad en minas, en el St. Mary's College de San Antonio, Texas. Regresó a Monterrey, pero en 1910 cuando estalló la revolución mexicana, decide no participar y opta por irse a vivir un tiempo en Laredo, Texas.
Sin embargo cuando regresó a Abasolo, desde sus actividades productivas en el campo, le movió el interés por hacer política, llegando a ser alcalde de ese municipio y luego fue diputado local en la XLII legislatura local, siendo quien le contestara en 1929 el segundo informe de gobierno al gobernador Aarón Sáenz Garza. No desperdicia tal oportunidad mostrando excelentes dotes políticas, al grado que cuando llegan los tiempos, en 1931 se tiene que retirar de la diputación para ser el gobernador del estado, electo del 4 de octubre de ese año hasta octubre de 1935, pues recordemos que antes los periodos gubernamentales eran de cuatro años.
Le corresponde una época muy difícil, pues la recesión mundial alcanza a México y a Nuevo León, reduciendo drásticamente los ingresos del estado, al grado que decreta una reducción de los sueldos de todos los servidores públicos, incrementa los impuestos prediales y crea el impuesto sobre nóminas, con toda la impopularidad que esto conlleva. Empero, su capacidad creativa quedó fuera de duda cuando en medio de la crisis consiguió la consolidación y ampliación de la planta industrial de Nuevo León, que en ese tiempo ya destacaba como una de las principales de la nación.
Además, el ingeniero Cárdenas está registrado en la historia conforme a sus obras como uno de los mejores gobernantes que hemos tenido, pues creó la Universidad de Nuevo León (hoy UANL), promulgando el 31 de mayo de 1933 la Ley Orgánica de la Universidad de Nuevo León y nombró al primer rector en la persona del literato y abogado Héctor González. Este solo hecho hubiese sido suficiente como para pasar a la historia como buen gobernante, pero el ingeniero Cárdenas consiguió personalmente apoyos con su colega el ingeniero Pascual Ortiz Rubio, presidente de México de 1930 a 1932, a quien no conocía antes, y construyó voluntades para instalar patronatos con nuevoleoneses distinguidos que coadyuvaran con el gobierno, iniciando la construcción del nuevo Hospital Civil (hoy Hospital Universitario) que abrió sus puertas el 3 de mayo de 1933. Creó la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado en 1931; la Casa del Campesino en 1932; y construyó la carretera Monterrey- Nuevo Laredo.
Sin embargo, al cambio de administración federal, sus relaciones en México se enfriaron sobre todo con el grupo que rodeaba al presidente Abelardo L. Rodríguez y al cada vez más influyente Lázaro Cárdenas del Río, llegando a ser considerado como un gobernador no bien visto, pues los políticos de la talla de Aarón Sáenz y demás miembros de la clase política local le dieron la espalda por lo que tiene que renunciar a su cargo de gobernador el 27 de diciembre de 1933, sustituyéndolo quien fuera su secretario general de gobierno, Pablo Quiroga Treviño, hombre de buen talante y disciplinado. Francisco A. Cárdenas regresa a San Antonio y a la edad de 63 años muere, pero sus restos son trasladados a nuestra ciudad y su tumba está en el panteón del Carmen. En su ciudad natal, Abasolo, se le guarda especial cariño y respeto, aunque considero que Nuevo León le debe un reconocimiento mayor por su importante obra.