El 3 de abril se soltó la operación de los "documentos de Panamá", con el foco inmediato de calumniar y difamar al Presidente de Rusia Vladimir Putin y al Presidente Xi Jinping de China, junto con una variedad de otros blancos más o menos calumniosos o no. El sitio de la revista Fortune.com publicó algunos antecedentes del caso ese mismo día, junto con otros medios donde se da a conocer lo siguiente.
En el 2015, una fuente anónima se puso en contacto con el periódico alemán Suddeutsche Zeitung (SZ), y le dio una cantidad de información que abarca unos 40 años sobre cuentas europeas y de otros países, asociadas a un bufete jurídico panameño, Mossack Fonseca, el cual se especializa en esconder dinero en los paraísos fiscales extraterritoriales. Es fama que esta firma ocupa el cuarto lugar entre las firmas mundiales especializadas en esconder dinero, y cuenta con cientos de clientes prominentes. Según SZ, recibieron como 11 millones y medio de documentos que van desde la década de 1970.
El cuento es que luego el SZ reclutó una entidad del Centro para la Integridad Pública, de Washington, DC, financiado por George Soros, para que hiciera el análisis; esa entidad es el Consorcio Internacional de Periodistas Investigadores (ICIJ, por sus siglas en inglés). Este grupo financiado por Soros organizó una red de 400 periodistas en 80 países para investigar la información. El 3 de abril comenzaron a salir los relatos de decenas de personajes que presuntamente están, o se sugiere que están involucrados en esquemas para evadir impuestos en grande.
El artículo del diario británico Guardian, firmado por Luke Harding, salió con un titular sacado de la manga: "Revelado: la pista extraterritorial de $2 mil millones que conduce a Vladimir Putin". El artículo está plagado de infundio y sugerencias, porque como los documentos de Panamá no mencionan a Putin (y la orden era escribir algo sobre Putin) entonces escogieron nombres que sirvieran de pretexto para aludir a Putin. Harding escribe que "los documentos sugieren que familiares de Putin se han beneficiado con este dinero; se gastan las fortunas de sus amigos parecen como suyas". Uno de los amigos de Putin es un chelista, calificado de "acaudalado", quien quizás alguna vez en la vida recibió algún pago de una firma que tenía oficinas extraterritoriales, etc.