Durante el otoño, antes de hibernar, los osos, pasan por un periodo de hiperfagia y consumen grandes cantidades de alimentos de elevado valor calórico, incrementando su capa de grasa para el reposo invernal. Fisiológicamente, la hibernación de los osos consiste en un estado de dormición o letargia invernal que hace descender su ritmo cardiaco. El ritmo respiratorio baja a la mitad y la temperatura se reduce en 4 o 5 grados. El oso deja de comer, beber, defecar y orinar para mantiene las constantes funcionales gracias a la energía proporcionada por las reservas grasas acumuladas en otoño. En nuestro pujante y espectacular estado, los osos negros descienden principalmente de la Sierra Madre, aunque también bajan de otras serranías del norte.
Pero paradójicamente en Nuevo León, también existen osos en la función pública. Esos que hibernan estratégicamente para no cansar al respetable ciudadano con su imagen. Ya que su estrategia está basada en tener perfil bajo. Ya que ansían que dé inicio el año electoral 2023, para interactuar o coquetear con algún partido político devaluado, para ver la posibilidad de ser tomados nuevamente en cuenta. Y así ser ungidos candidatos a algo. Comprometiéndose ellos a su vez, el aportar el voto de sus miles de seguidores vía las redes sociales o por su supuesta popularidad efectiva de votos obtenidos en las pasadas elecciones.
Según cuentan, los despreciables cazadores de osos, hay muchos cartuchos quemados, tirados al lado de las terracerías de la zona metropolitana de Monterey, afirman quienes los han visto que existen los de pelaje negro, que son los más comunes. Pero también hay claroscuros, pardos, e improbablemente veríamos uno blanco.
Describamos algunos osos politiqueros. Ya que hay avistamientos de diferentes tipos.
Hay osos, de pata corta, robustos, mañosos y rijosos, como el ex Senador y Alcalde de Monterrey, Adalberto Madero, quien cree que el mundo le pertenece. Se la pasa soñando en su persona. Pero entre sus grandes defectos tiende a traicionar a sus amigos. Al despertar de la hibernación le apostará fuerte a ser el mesías del Partido Esperanza Social. Para así, ser su candidato nuevamente.
Tenemos osos de poco pelaje, como el ex Alcalde de Guadalupe y Monterrey, Jesús María Elizondo, quien de tanto rugir ha quedado afónico. Como macho alfa, tiende a defender mucho su territorio. Bueno para el debate y la oratoria, sueña en obtener los triunfos del pasado. Anhela le vuelvan a suministrar oxigeno vía una candidatura. Dicen que a la sexta va la vencida.
Existen osos cirqueros oportunistas de pelaje abundante y largo, como Patricio “el pato “Zambrano, el activista social, a quien le gusta la farándula y el glamour, ha domado a tigresas y leones. El hoy experto en show mediático, espera con fuerza y valentía los tiempos políticos para ver quien o quienes, se interesan por él. Sobre todo si lo hicieran candidato por Monterrey, Ya que como mil usos le ha redituado.
Tenemos osos desnutridos, de ojos pequeños y cola no tan corta, Pero no por eso, dejan de tener la garra obscura y afilada, como Felipe de Jesús Cantú, ex Alcalde panista de Monterrey, quien increíblemente por el hueso, decepcionó a sus seguidores al pasar por una transformación de azul intenso a moreno apagado. Seguramente en atención a su alta proactividad a la 4 T. Se apuntara para una candidatura, a alguna alcaldía metropolitana o diputación federal plurinominal.
Por lo pronto: no pongas en riesgo tu vida. Ni la de tus familiares o amigos. Si los ves. (Me refiero a los politiqueros. No a los osos negros) Aléjate de ellos. No les ofrezcas de comer, ni de beber. Capaz que no se ofrecen a pagar su cuenta.
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