11/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Septiembre 13 de 1943: Envía al Congreso del Estado el gobernador Bonifacio Salinas Leal una iniciativa para que se discuta y en su caso se apruebe, la segunda Ley Orgánica de la Universidad de Nuevo León, desapareciendo automáticamente el Consejo de Cultura Superior, que desde 1935 estaba constituido en la máxima autoridad de la propia Universidad. Ese mismo año, en noviembre se celebró aquí en Monterrey la Tercera Asamblea Nacional de Rectores, y el año siguiente, el de 1944, fue determinante para la vida futura de la Máxima Casa de Estudios, pues se abrieron nuevos frentes en la academia, el trabajo administrativo, la investigación y en actividades varias que la convertirían en un referente nacional de ciencia y cultura. Se creó la Tesorería General de la Universidad; inició sus trabajos el Instituto de Investigaciones Científicas con la dirección del Dr. Eduardo Aguirre Pequeño; el Departamento de Acción Social Universitaria, con el licenciado Raúl Rangel Frías a la cabeza, con entidades como el Teatro Universitario, Cultura musical, Pintura y Dibujo, y otras que permitieron el desarrollo cultural de los universitarios. En el ciclo escolar 1944 – 1945 se autorizó revalidar los estudios hechos en el ITESM, y luego de la ponencia presentada por el rector Enrique C. Livas en la Asamblea Nacional de Rectores realizada en SLP, los estudios de bachillerato durarían tres años, y se acuerda iniciar los trabajos para que la Universidad tuviera un nuevo lema, y un nuevo escudo.  Es en aquella época cuando se colaron los cimientos del gran edificio pleno de sabiduría llamado actualmente: Universidad Autónoma de Nuevo León.