Lo que hemos visto en estos días es el preámbulo de lo que vendrá en el proceso electoral. La guerra sucia se intensificará y episodios como el ataque de SanJuana Martínez a Claudia Sheinbaum y Luisa Alcalde se van a repetir, así como la división interna que ese mismo ataque refleja y antes lo mostró la “disidencia” de Marcelo Ebrard. Es posible que el FRANKESTEIN electoral, la reencarnación del PNR que es Morena partido, también presente fisuras en torno a la pelea por los puestos o “encargos” que también será feroz, y que se dé un feo espectáculo con las campañas donde muchos personajes arribistas sin ideas ni convicciones, repetirán frases huecas y frívolas bajo el lema genera de la “Unidad”, la “transformación” o de la “corrupción”. Los veremos hablar de “transformación trasformadora” quizá, como antes los políticos del PRIAN hablaban del “cambio” o el “cambio, cambiador” etc.
Sin embargo, la victoria de Claudia es casi segura. La oposición no tiene ya una maquinaria nacional electoral con la cual imponerse como lo hicieron en Coahuila hace unos meses y la figura de AMLO todavía aglutina a la mayoría de la población. Los riesgos para el movimiento, el gobierno de AMLO y el eventual gobierno de Claudia Sheiubaum, son otros. Por ejemplo; el flanco financiero. El déficit de 4.5% y de más de un billón de pesos, que es la diferencia entre lo que el gobierno espera recibir y lo que espera gastar en sus proyectos y funciones. El “déficit” es “La condena de Sísifo” para los países pobres como el nuestro condenados a exportar materias primas baratas y tener que importar la maquinaria, equipo y tecnología que no tenemos mucho más cara, cada vez que intentamos construir la nación y cubrir sus necesidades, terminamos con “un faltante”. Sino no consigue recaudar o atraer inversiones y prestamos, si el NEARSHORING no sirve para ese fin, podría tener que abortar los proyectos más importantes o recurrir a “medidas ortodoxas” como las que recomiendan el FMI, la OCDE y las calificadoras; es decir; recortes al gasto, suspensión de obras, tarifazos etc. El otro riesgo viene de NARCOTRAFICO S.A. La epidemia de Fentanilo y opiáceos y el consumo endémico de cocaína o metanfetaminas, en Estados Unidos, a convertido a ese negocio en la principal exportadora del país por por encima de Pemex o las maquiladoras automotrices. Un negocio de unos 90 mil mdd anuales. Los carteles de la droga, la infantería del negocio más amplio que incluye a la banca y otras corporaciones, ante la debilidad de la oposición que es el frente político-electoral de su negocio, podría intentar imponerse al gobierno o lanzarse a una insurrección al estilo de la que ahora vemos en Ecuador y antes vimos aquí en el “culiacanázo” del 2019. Finalmente, el otro riesgo y quizá el más grave, es que el gobierno de Washington conduzca a occidente hacia una confrontación general de la OTAN con Rusia y China, una tercera guerra mundial, que esos círculos ven como única solución a su bancarrota, y arrastren a nuestro país a ese conflicto. Morena, el movimiento al margen del Frankenstein electoral, debe prepararse para esos probables escenarios.