20/Sep/2024
Editoriales

Tengo síntomas de sufrir ‘estupidofobia’

Las minas además de ser un negocio ancestral, también son atractivas para el turismo. En Taxco existen minas de plata que ofrecen al turista visitas guiadas, con la oportunidad de explorar algunas galerías subterráneas. Hay otras más sofisticadas como las minas de diamantes en Kimberley, Sudáfrica, que utilizan máquinas pesadas y ofrecen la visita al departamento de maquinaria que impresiona a cualquiera.

 Hace un lustro tuve la suerte de visitar la cabecera municipal de Asientos, Aguascalientes, un pueblo minero muy bonito que es también destino turístico. Ese pueblito tiene un digno museo de minas y es mujer la guía que acompaña y explica al turismo el recorrido por las instalaciones mineras.

 Esta señora, cuando habla de los trabajos mineros, le da énfasis a los orígenes raciales de los trabajadores que hacían producir la mina visitada.

 Ella explicaba bien con -anécdotas- las castas que existían en nuestro país cuando era la Nueva España. Daba detalles de cómo se formaban las castas según las cruzas entre los habitantes de acuerdo a su origen racial, y eran sólo cuatro grupos sociales: españoles, criollos, mestizos e indios. Recitaba la fórmula conocida de que de un español y una indígena, nacía un mestizo. De indio con negra: zambo. De negro con zamba: zambo prieto. De blanco con negra: mulato. De mulata con blanco: morisco. De español con morisca: albino. De albino con blanco: salta pa'trás. De indio con mestizo: coyote. De blanco con coyote: barnizo. De chino con india: cambujo. De cambujo con india: tente en el aire. Y de tente en el aire con china: no te entiendo.

 Imagino que hasta ahora usted no ‘capisca’ de qué se trata este texto, pero ya entraré en materia platicando lo sucedido en ese pueblo minero:

 Compré boleto para hacer un pequeño recorrido, que salía del interior de una tienda de curiosidades mineras. Me inscribí en un grupo que se estaba formando y al poco tiempo, mientras compraba una piedritas bonitas para hacer collares que les traje a mis nietas, se completó. De inmediato nos fuimos todo el grupo de turistas por un túnel minero que cruza la calle por debajo, y luego por debajo de una plaza, hasta llegar a la boca de una mina.

 Resulta que entre las personas que íbamos en el grupo, a una señora le dio taquicardia porque sufría de claustrofobia, es decir, le da pánico estar en un lugar cerrado, y lo inexplicable es que si ella sabía su problema, por qué se anotó en el grupo.

 Pues así sucedió y la verdad es que eso le dio cierto interés a la pequeña excursión, que amenazaba con ser muy aburrida. No crea usted que me divertía ver sufrir a la mujer, pero el tedio desapareció, pues eran muy pocas cosas lo que nos platicaba la guía de turistas mientras cruzábamos el túnel.

 En fin, ahora es anecdótico el asunto, pero en ese momento comprobé que las fobias son realmente peligrosas.

 

 Y ahora al sufrir con tantos problemas políticos y económicos que hay en el país, que en el fondo son provocados por las decisiones que hemos tomado los electores mexicanos, he desarrollado una fobia especial que, platicando con algunos amigos, me entero que no soy el único en padecer de ‘estupidofobia’, y por más memes que me lleguen, la verdad que ya no me divierten, pues estoy sufriendo esta nueva fobia…