Angélica Bretón Morán inició su formación profesional en la UANL a los 10 años de edad con el modelo de capacitación musical. A partir de ese momento, la joven ha realizado diversas labores altruistas en favor de alumnos con alguna discapacidad visual que estudian la carrera de música.

Su labor es casi un legado. Inició en la Universidad Autónoma de Nuevo León desde la infancia. Angélica Bretón Morán considera a su alma máter como su hogar.

 Durante casi 15 años de estancia en la Máxima Casa de Estudios, ella ha apoyado a jóvenes con alguna discapacidad visual que estudian en la Facultad de Música (FAMUS) de la UANL. Los ayuda en el Área de Investigación Musical para Ciegos y Débiles Visuales, proyecto que ha desarrollado desde que tenía 10 años de edad.

“Cuando ingresé al modelo de capacitación musical de la facultad, en ese entonces no había nada de accesibilidad para las personas con discapacidad visual y muchos estudiantes desertaban por este motivo.

 “Por lo que le comenté a mi mamá que así como los alumnos que iban a la biblioteca a pedir un libro para estudiarlo, nosotros también podíamos hacer lo mismo pero con material traducido al sistema Braille. Y así nació la idea”, relata Angélica, quien padece Amaurosis Congénita de Leber, enfermedad causante de su discapacidad visual.

“Yo me las vi difícil para estudiar música y quería que la gente que viniera atrás de mí no pasara por todo esto. No es justo que lo pasen. Yo tengo el apoyo de mi familia pero habrá quien no lo tenga”, reflexiona la recién egresada de la Licenciatura en Música por la UANL.

Sensibiliza a través de Concierto a ciegas

La labor altruista que realiza Angélica no termina con el apoyo a los alumnos en la Facultad de Música, sino que también concientiza al público en general acerca de las dificultades que viven las personas con ceguera y debilidad visual.

 Gracias a su “Concierto a ciegas”, que se presentó por primera vez en 2013, la joven de 24 años sensibiliza a la sociedad a través de la música. El público ingresa al recinto de la presentación con los ojos vendados y viven la experiencia a ciegas pasando por distintos sentimientos y emociones por medio de la música.

 Se ha presentado en escuelas e instituciones de educación superior, pero con planes de que siga en crecimiento para exhibirlo también en museos, empresas o cualquier organización.

“Es un momento que soñé; me siento plena”

El cantante y músico italiano Andrea Bocelli ha sido su inspiración y la forma en cómo sensibiliza a su público a través de la música. Este aspecto es algo que Angélica ha admirado. Bocelli es un artista importante para que ella se dedicara a la música.

 “Siempre he admirado a Bocelli, además de que él tocaba el piano y canta ópera; y ese ha sido mi sueño, hacer las dos cosas. Y considero que fue ahí donde me di cuenta de lo que quería hacer. Él tiene mucha sensibilidad y se siente algo especial en su música, y quiero transmitir eso también”, detalla la pianista.

 Respecto a el porqué toca el piano, la joven explica que este instrumento tiene un sonido dulce y melodioso, que puede sonar de muchas maneras.

“Siempre me ha parecido un instrumento hermoso que puede acompañar y que tiene muchas facetas”, añade.

 Angélica inició su formación profesional en la FAMUS de la UANL a los 10 años de edad estudiando el modelo de capacitación musical. Después, a los 15 años, ingresó a la carrera técnica; y a los 18 años, entró a la licenciatura.

 “ Ha sido un camino largo y este momento es muy emocionante porque en muchas ocasiones lo sentía muy lejano, pero es algo por lo que tanto soñé y me siento muy plena con esto”. Angélica Bretón Morán, Música con licenciatura en Música con acentuación Instrumentista en Piano