-Enfrentan voluntarios bachilleres de la UANL la realidad de los pobres durante visita a uno de los centros más importantes de Nuevo León de ayuda a personas en calidad de calle, inmigrantes y desamparados
Monterrey.- Con los ojos vidriosos a punto de derramar sus lágrimas y con piel erizada por el impacto inmediato de ver la otra realidad que viven quienes carecen de todo y siguen luchando hasta con las uñas por tener poco, cerca de 20 estudiantes de la Preparatoria N°2 de la UANL dejó la comunidad de sus confortables aulas climatizadas para apoyar por algunas horas las acciones que día con día realiza el comedor de los pobres de la Parroquia María Goretti o del Padre Infante ubicada en la colonia Bella Vista muy cerca del centro de la ciudad de Monterrey.
Arropados por en el de voluntarios “Hapinesses is ” los bachilleres universitarios provenientes del legendario plantel de la colonia Obispado, acompañados por sus compañeros del Taller de Periodismo quienes deban constancia a través de sus imágenes gráficas y de vídeo de la sensible labor que ese que el pasado 21 de mayo realizarían arribaron el centro de ayuda a los más necesitados.
Luego de descender de su unidad de transporte escolar, los jóvenes con edades no mayores a los 17 años fueron recibidos por cerca de un centenar de miradas de personas que apostadas afuera del comedor esperaban la hora de ingresar para consumir algo de alimentos que les aligerara el hambre contenida por algunos por muchas horas luego de arribar a la ciudad en calidad de inmigrante proveniente de Centroamérica o algún de los estados del sur y centro de nuestro país.
El impacto de ver tanta gente desde niños, jóvenes madres con bebes en brazos y personas de edad avanzada, indigentes y enfermos solicitando alguna ayuda a los estudiantes antes de su ingreso al comedor, cambió en algunos de ellos sus sonrisas alegres que tenían minutos antes de llegar, y se convirtieron miradas de desconcierto ante la realidad que ahora estaban mirando.
Pero lejos de impedir que esta situación los alejara de sus buenas intenciones, su sensibilidad floreció para de inmediato y metiéndose hasta la cocina para ponerse a disposición de las personas encargadas del comedor ubicado en el triángulo de las avistas Bernardo Reyes, Miguel Nieto y Luis Mora.
Encabezados por su profesora Celina Alvarado, coordinadora del Voluntariado “Hapinesses is ” de la Preparatoria N° 2-UANL los jóvenes se aprestaron para ayudar en la preparación de los platillos, así como en la organización de las filas para el ingreso de las personas, mientras que los futuros periodistas registraban paso a paso lo que ahí sucedía, captando incluso impactantes imágenes de los pequeños que acompañaban a sus papás en su aventura migratoria que dejaron por unos momentos la tristeza de su situación en el mundo para cambiarla por juegos y sonrisas que los universitarios les invitaban a disfrutar en su visita.
“Es muy importante que los jóvenes enfrenten en forma palpable su realidad social, para que su formación personal cambien fortaleciendo en ellos los valores de sensibilidad que a veces perdemos por diferentes circunstancias, que es precisamente el objetivo de venir a este Comedor y que conozcan este mundo que ahorita lo están palpando y que no podemos ocultar pero que estamos seguros que difícilmente olvidarán y cuantas veces tengan oportunidad volverán hacer estos actos solidarios”, comentó la profesora Celina Alvarado.
Durante las horas de su visita al Comedor de los Pobres María Goretti los estudiantes agradecieron la oportunidad que la propia Universidad le da de salir de las aulas y conocer la realidad de la sociedad, desarrollar la sensibilidad y fomentar el espíritu de solidaridad.
“Muchos de nosotros los jóvenes nunca habíamos estado tan de cerca de la realidad que vive los inmigrantes, los indigentes que vemos vagar por nuestras calles, de los niños que nos piden un peso en los cruceros porque la comodidad nos lo impide, pero una vez que la vivimos como en esta ocasión nuestra forma de ver la vida cambia, nos volvemos más solidarios con este tipo de causas”, comentó Aby Guerra estudiante de segundo semestre e integrante del Taller de Periodismo.
Finalmente luego de más de 3 horas de convivencia y con la satisfacción de haber aprendido una lección muy distinta a la aprendida en las aulas, los “Hapinesses is Vaqueros” partieron a sus clases y poner en práctica lo vivido cuando ante ellos se acerque un indigente a pedir ayuda y lejos de voltear la cara con indiferencia, le tienda la mano para apoyarlo sin juzgarlo.